~𝕋/𝕟 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜~
Recuerdo demasiado bien la visita de George el día de ayer, la tengo tan grabada en mi memoria, que incluso quiero borrarla.
No es porque esté enfadada con él, me hirió, pero yo también lo hice.
Tan solo el recordar como lloró mientras se aferraba a mi cuerpo, me hizo querer destruir todo. De todas las veces que lo he visto llorar, esta ha sido la peor. Odio hacerle esto, odio herir a los que quiero por estar en el estado que estoy. Simplemente ya no puedo más.
Aún siento sus lágrimas empapar mi rostro; aún siento sus grandes brazos envolverme, mientras me suplica que por favor resista, que será capaz de esperarme el tiempo que sea necesario.
Hoy es el cuarto día, me siento más débil, más cansada y más adolorida que los días anteriores. Hace poco el doctor Webblins entró a visitarme; nuevamente me pidió que hiciera todo lo posible por despertar, que aún podía hacerlo. A diferencia de ayer, no me transmitió alegría escuchar su voz, ni mucho menos me tranquilizó. Quise gritarle que me dejara en paz, que no quería volver a escucharlo y que se largara de una vez.
Ahora mismo sentí la puerta abriéndose de nuevo, divisé esa silueta, era mi mejor amiga. Ella me hizo olvidar toda la ira que sentía en ese momento con tan solo cruzar el umbral y correr a abrazarme y plantarme un beso en la frente.
-Deseaba mucho venir a verte, te he extrañado cada día. -se sentó a mi lado-. Te ves... diferente a días anteriores.
Sentí como su voz se quebraba un poco, y un silencio sepulcral inundó la habitación por unos segundos. Tenía miedo que ella también se quebrara frente a mí.
-No quiero atormentarte más con mi llanto, así que te contaré lo que ha pasado estos últimos días, tal como lo solíamos hacer. -en su voz noté que lloraba, pero la dejé seguir fingiendo, ahorrándome las lágrimas-. Draco y yo lo estamos intentando de nuevo.
Sentí una chispa de alegría en mi interior. Una de las cosas que más deseaba, era que ellos volvieran a estar juntos, desde que él me confesó que la amaba.
-Pero sé que todo eso fue gracias a ti. Tú lo aconsejaste, de eso estoy segura, y abrió lo ojos.
Por parte soy quien lo hizo "abrir" los ojos, pero hubiera sido un total idiota si hubiese decidido perder la oportunidad con una chica tan maravillosa como Astoria.
Sin duda, Astoria Greengrass es un ángel en la tierra. Ella es la chica más sencilla, leal, honesta y bondadosa que he conocido, además de hermosa y delicada. Le da igual el estatus social de cada persona, algo que hoy en día y en el mundo en que vivimos, sigue teniendo relevancia entre algunos magos y brujas. No le interesa si perteneces a esta casa o a aquella; le da igual si eres mestizo o puro; si le agradas y cree que tienes un buen corazón, contigo será la mejor persona.
Recuerdo la primera vez que la vi en el tren, chocamos por accidente mientras yo me escabullía de George. Lo primero que hizo fue disculparse y yo me adelanté; sentí sus penetrantes ojos verdes sobre los míos, y con la sonrisa más bonita, me preguntó si era nueva. Aún me cuesta imaginar que aquella chica hoy en día se ha convertido en más que mi mejor amiga; se volvió mi cómplice, mi protectora, una de mis fortalezas.
Hoy y en el estado en el que me encuentro, quisiera decirle todo lo que alguna vez no le dije; que la amo; que ha sido la mejor amistad que he tenido; que cuando estoy con ella mi mundo se vuelve de todos los colores; que a pesar de nuestras discusiones y peleas, nunca la dejaré sola; que me aterra el pensar que nunca la volveré a ver. Son tantas cosas.
-Te amo T/n.
Al escuchar esas palabras, sentí como si me hubiese leído la mente.
-Enserio lo hago. Me enseñaste que el amor es algo único, y que puede darse entre quienes sean.
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P.D: Aún te amo. [George Weasley] [COMPLETA✔]
FanfictionDespués de su muerte, T/n Black decide quedarse un tiempo limitado en el mundo de los vivos, para ayudar a sanar a la persona que más amó; George Weasley. ¿Es posible olvidar a quien te hizo sentir que tocabas el cielo? Esa es la gran pregunta que d...