𝕊𝕚𝕖𝕥𝕖

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~𝕋/𝕟 𝔹𝕝𝕒𝕔𝕜~


Es de noche, está todo oscuro en el cuarto y las persianas ya están abajo.

Hoy recibí más visitas de las que pensé. Vinieron todos los Weasley, estuve un rato a solas con todos, decían que me extrañaban y que por favor me quedara, que ya era una más de ellos, y que me querían con todo su corazón. Recibí la visita de Andrómeda y Ted, ellos parecían más afectados de lo que pensé, recuerdo muy bien sus palabras.

-Ante todo, quiero que sepas que para nosotros has sido una hija más, y esperamos haberte hecho sentir así. -dijo Ted, secando sus lágrimas- Te queremos, no te imaginas cuanto.

Recuerdo que luego de eso, decidió dejarnos a solas a Andrómeda y a mí.

-Aún no pierdo mis esperanzas, y no creo poder perderlas. Te amo, cielo.

Me dijo muchas más cosas, cosas que no creo poder olvidar jamás, y sentí como se acurrucaba junto a mi inmóvil cuerpo. Siempre le agradeceré por haberme permitido volver a sentir el calor de un abrazo maternal.

Más tarde, tuve la visita de mi grupo, mis chicos; Tori, Draco y Blaise. Y finalmente, Narcissa.

Tengo muy grabado como entrelazó su mano con la mía y me pidió perdón por jamás haberme contado toda la verdad antes, también por haber estado ausente tantos años. Si sólo supieras que no tengo nada que perdonar.

Ahora mismo sólo somos la noche y yo, y miles de imágenes y memorias en mi mente.

Sin notarlo comencé a llorar. Me siento realmente mal, adolorida, triste y frustrada. Tengo mil razones para quedarme, pero ya no aguanto este inmenso dolor. Lo acepto, me estoy apagando de a poco, todo el mundo lo notaba, menos yo; pero haré un intento.

Comencé a esforzarme, a recordar cosas maravillosas que había vivido, tenía que despertar.

La primera vez que conocí a Andrómeda y Remus...

Las canciones de mamá...

Cuando pisé la madriguera por primera vez...

Los chistes de papá...

Cuando conocí a mis amigos...

Mi reencuentro con Draco...

Cuando me di cuenta que estaba enamorándome de George...

Nuestro primer beso...

El maternal abrazo de Molly luego de un mal día...

El primer "Te amo", que nos dijimos George y yo...

Mi reconciliación con Astoria...

Ver los recuerdos de mamá...

Mi reconciliación con mi abuela...

La inquebrantable amistad que cree con Shawn...

Poco a poco las imágenes se hacían más reales; me sentía más viva; más feliz.

No sé si fue mi imaginación o comenzaba a abrir lo ojos y mover levemente mis dedos.

Mi respiración ya no se sentía pesada, mi cuerpo ya no dolía tanto. Pero no... no estaba despertando, ¿cómo me di cuenta? Cuando oí la puerta de la habitación abriéndose repentinamente, y al oír a las enfermeras y el doctor Webblins, decir en voz alta:

-¡Rápido, hay que llevarla a la otra habitación, tenemos que reanimarla!

Todas mis esperanzas se habían perdido.

No estaba despertando, estaba muriendo, y se sentía bien. Es como cuando luego de un día largo y pesado te acuestas a dormir por horas y horas, quitando todos los dolores y dando paso al alivio y tranquilidad; eso sentí, solo que no de la misma forma.

Aquel alivio que sentí, fue probablemente porque estaba dejando mi cuerpo; aquellas imágenes que veía, no eran nada más que memorias. Vi pasar mi vida por delante de mis ojos.

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Ahora mismo estoy en otra habitación, es más grande que la anterior, tiene acceso a la luz, pero a diferencia de antes, ya no puedo ver siluetas, tampoco puedo oír del todo bien y ni siquiera puedo dar un suspiro.

Cada vez la sensación es peor.

Recuerdo que luego de escuchar a Webblins decir que necesitaba reanimación, me dormí, mejor dicho, mi subconsciente lo hizo. Fue como domrir una larga siesta luego de estar despierta por horas, sin descanso.

Cuando desperté, sentí un tacto en mi mano.

-Buenos días, T/n. Si, soy yo otra vez. -dijo Webblins como si estuviera riendo- Hiciste un gran trabajo, pero no del todo bien.

¿Qué demonios hice?

-Trataste de despertar, eso lo sé; pero te encerraste tanto en el agobio y frustración, que comenzaste a desesperarte. Sufriste un infarto.

Al oírlo decir esto, fue cómo si un hielo corriera por mi espalda. ¿Un infarto? Sonaba casi increíble, pero explicaba muchas cosas.

-Por suerte recibimos la alerta a tiempo, de otra forma, ahora mismo estaríamos en otra situación, y no precisamente una buena. -sentí como si alguien se sentara a los pies de la camilla-. Seguramente ahora estás agotada, y lo comprendo. No trates de despertar de nuevo.

Vete a la mierda. ¿Me llenas de falsas esperanzas, y luego me dices que ya no lo intente? Malditos doctores mentirosos. "Eres una chica valiente", no sé porque te creí.

-Se que te puede sonar confuso que primero te haya pedido que lo hicieras, y ahora que no lo hagas; pero con lo que sufriste anoche, tu cuerpo a quedado el triple de agotado.

Que alentador, Mr. Webblins.

-No descarto la idea de que eres capaz de hacerlo, pero por favor no lo intentes, las consecuencias podrían ser fatales. -el bulto de la cama se fue, probablemente se había puesto de pie-. Ahora mismo son las seis y cuarenta de la mañana, sufriste el infarto a las cinco de la mañana. Les avisaré a tus familiares y amigos que podrán pasar a verte en una hora. Sé fuerte jovencita, ellos te aman.

Antes de salir, sentí como me quedo mirando, quizás con algo de tristeza, dió un suspiro y se fue.

Lo entendí todo; todo lo que me había dicho antes, en realidad eran mensajes subliminales. Ya no había nada que hacer, mi hora había llegado.

No sé como tengo que sentirme al respecto, pero estoy agradecida. Fui feliz, o al menos eso quiero pensar.

P.D: Aún te amo. [George Weasley] [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora