EPÍLOGO

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"1 hora antes"

Hugo.

—"Puta mierda" —Ese es mi primer pensamiento al escuchar todo lo que me cuenta el detective privado que contrate para que vigilara al malnacido de Maximiliano... ese hijo de puta se las verá conmigo si llega a dañar a mi princesa.

—También le informó que hace menos de un año fue denunciado por acoso e intento de secuestro, le pusieron una orden de alejamiento que incumplió muchas veces,  cuando estuvieron a punto de refundirlo entre las rejas el psicólogo de la corte lo definió como una persona con problemas mentales que debería de estar internada en un siquiatra y que con un poco de tratamiento mejoraría —Escucho todo lo que me dice el detective más no lo miro a la cara, estoy intentando llamar a Mel pero no me coje el teléfono, "Puta mierda mil veces"— y por último señor... también a estado vigilando a su amiga en todo lo que ella hace, el día de hoy la siguió a todas partes sin que ni usted ni las señoritas se dieran cuenta —Esto último me molesta a niveles inimaginables, ella no debería de correr ningún peligro.

Todos se estarán preguntando cuando contrate a un detective privado ¹para que siguiera a Maximiliano, pues lo hice un par de días antes de ver a Mel por primera vez en un año, se me hizo muy extraño que coincidieran en el mismo restaurante y por lo que Julia me había contado así pasaba la mayoría de las veces, y para ser sincero yo no creo en el destino y decidí yo mismo descubrir si eran ciertos mis presentimientos, cosa que resultaron ser ciertos mi instinto nunca miente.

—Bueno muchas Gracias detective tengo que irme, yo le avisaré si voy a seguir necesitando de sus servicios —Le explicó al detective D'Hekers, mientras me levanto de la mesa y me dirijo hacia la salida del restaurante....

"Presente"

Conduzco un poco más rápido de lo habitual hasta que detengo el auto, sin pensarlo dos veces me bajo del carro y tiro la puerta como si la quisiera traspasar a otro lado, mi primer instinto fue caerle a puños al auto y lo hice, con las manos le daba al capo del carro y con los pies a los neumáticos, ella nunca ve el peligro que corre siempre tengo que intentar protegerla pero no se deja y ya me canse, de hoy en adelante que sea ella la que se cuide y que se de cuenta que no todo es como parece ser, ella es demasiado ingenua de vez en cuando, siempre está tratando de ver lo mejor de las personas y ya a estas alturas de la vida debería de saber que no todos son buenos, que en su mayoría son malos y que se es bueno o se es malo, no se puede ser medio bueno.

—Hugo ¿Qué sucede? ¿Por qué estás molesto conmigo? —Solo a ella se le ocurre preguntar eso, ¿será que no entiende? O tal vez no se quiere dar cuenta— Se que tal vez debía escucharte pero perdóname.

—la miro y rio con amargura— ¿Tal vez? —La miro un poco incrédulo por lo que acaba de decir y vuelvo a reír, pero es una risa amarga llena de ira, indignación, impotencia y un montón de cosas más— No lo dirá de verdad ¿cierto?, Tal vez debiste creerme no, es que tu debiste creerme pero nunca lo haces y me canse, me canse de estar siempre tras de ti como un perrito faldero, siempre te estoy cuidando y tu no dejas de meterte en problemas, siempre te digo las cosas pero tu nunca me crees y ya me cansé, siempre pido una oportunidad de ganar tu corazón y nunca me la das, pero ya no la quiero, ya no quiero ganar tu corazón, ni tu amor, ni nada... ahora no digas ni una palabra y sube al auto tengo que llevarte a tu casa y recoger mi cosas para volver a donde verdaderamente pertenezco y ese lugar no es a tu lado —Cuando dejo de hablar escucho un sollozo y al mirar el rostro de Mel esta rojo y lleno de lágrimas, no sabía cuan duras habían sido mis palabras hasta que vi su rostro y la forma en que me miraba con un dolor muy profundo.

Pensaba decirle algo pero solamente se dio media vuelta limpiando sus lágrimas con amargura y se subió en la parte de atrás, entiendo que ya no quiera ir a mi lado, le doy otra patada a uno de los neumáticos y me subo al asiento para encender el carro, aún sigue llorando lo noto en su respiración  pero no me mira su mirado esta pegada al techo del auto.

—Melis... —No me deja terminar de pronunciar su nombre.

—No tienes por que disculparte —Dice y respira hondo— tienes toda la razón, solo llévame a casa...

MELISSA

Nos sumergimos en un silencio espeso e incomodo, cargado de una tensión insoportable que me causa la sensación del no poder respirar muy bien… esta situación me incomoda y me desespera a niveles inimaginables, nunca, nunca, pero nunca habíamos estado en una situación asi de incomoda, ni cuando lo rechacé por primera vez,  ni cuando le arme una escena de celos, ni nunca.

ESTO ME ESTA MATANDO.

NO DIRE NADA.

NO VOY A LLORAR… Y YA ESTOY LLORANDO DE NUEVO.

PUTA VIDA.

¿POR QUÉ TENGO QUE SER TAN SENTIMENTAL?

ODIO SER ASI.

Hubo un momento en el que me perdí  entre mis pensamientos desastrosos tanto asi que no me di cuenta cuanto tiempo paso solo Sali de ellos en el momento que Hugo estaciono el auto frente a mi nueva casa, no lo pensé dos veces y me baje del auto dando un sonoro portazo, pensaba salir corriendo prácticamente pero mis planes fueron frustrados por "H" en el momento que me cogió por el brazos y estampo mi espalda contra su auto. El golpe fue tan fuerte que causo la expulsión del aire que había en mis pulmones y antes de que pudiera reaccionar o darme cuenta de por que Hugo reacciona asi toma mi rostro entre sus manos y me besó, es un beso exigente, demandante, nada romantico o cursi, pero si todo lo apasionado y agresivo que pueda ser un beso, al principio intente poner resistencia pero no tarde ni 5 en caer muerta de amor por él y corresponder a ese beso, luego de besarnos, de que se me cayeran la bragas (nunca paso obviamente,  es un decir), de que me volviera toda una piscina…   (comprendan ya mis hormonas quieren lo que quieren y cada vez que lo tengo a él cerca me vuelvo literalmente loca), bueno, en fin, luego de todo eso corte nuestro beso en busca de respiración que me hacia mucha falta, cuando nos calmamos entramos a la casa, pero mi corazón aun estaba herido por sus palabras y lo peor del caso es que mi mente no olvida y sus palabras serán muy difícil de olvidar y eso el lo sabe muy bien.

Entramos en la casa y al parecer no hay nadie.

-¿Mamá? ¿Papá?  —¿A dónde fueron todos?, me dan unas inmensas ganas de gritar y es lo que hago – DIOOOOOOOOOOSSSS, PUTA MIERDA.

Cierro los ojos para intentar calmarme, respiro profundo, inhalo y exhalo... respiro profundo y me calmo...

Hugo.

La miro de pie en medio de la sala intentando calmarse, se que lo intenta pero también se que le será difícil controlarse, me le acerco lentamente y pongo mi mano izquierda en su hombro derecho.

—Mel escúchame por favor —digo mientras deslizó mis manos por los costados de su hermoso cuerpo y la abrazo tiernamente por la parte de atrás y pego su espalda en mi pecho para respirar su exquisito y maravillosa aroma— Mel perdóname por todas las bobadas que dije hace un rato, comprende que estaba alterado... mi intención no era herirte.

—No digas nada, solo prometeme que no me dejaras, que no te irás y que aún estás dispuesto a estar conmigo —Dijo todo eso mientras se daba media vuelta para quedar frente a mi— No te quiero perder, yo me di cuenta de todos mi errores cuando veníamos en el carro y Hugo no te quiero perder.

***

Dos años después...

Melisa.

Lo miro concentrado en los niños del orfanato y aún no puedo creer la suerte que tuve, que aunque lo rechacé varias veces siempre espero por mi.

Siempre estamos buscando a la persona correcta, siempre soñamos con el chico perfecto, siempre esperamos que el amor llegue a nosotros y cuando eso pasa simplemente lo dejamos pasar, ignoramos el hecho de que podemos ser felices con esa persona y pasamos por su lado como si nada buscando algo que estuvimos a punto de tener y lo perdimos por nosotros mismo, raras veces esa persona indicada vuelve y raras veces se queda cuando vuelve... él se quedo porque estoy segura que fuimos hechos para estar así, unidos, amándonos y complementandonos, hoy estoy segura que en otro lugar y con otra persona no seria feliz, él es mi lugar feliz, con él me siento protegida, con él me siento viva y tengo la certeza de que será así por muchos años más.

Encuentrame En París "El Reencuentro vol.2"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora