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- ¿Podrías ir a la tienda a comprar pasta Yedam? - pregunto Jihoon mientras revolvía la sopa que estaba preparando.

- Claro - contesto amablemente tomando las llaves y saliendo de la casa.

Ya era domingo por la tarde y estaban por cenar pero a Jihoon se le había olvidado un ingrediente y Yedam no se iba a negar, aquellos chicos siempre se comportaron amable con el.

Fue a la tienda que Junkyu le había enseñado y llegó rápido, no estaba lejos así que no tardaría mucho. Entro y busco por los pasillos hasta encontrar lo que quería, pasta, luego camino a la caja para pagar y se encontró con un chico alto de espaldas, no era Mashiho.

- Buenas tardes - saludo Yedam poniendo en producto enfrente de la espalda del alto.

- Buenas tardes - respondió secamente mientras se volteaba - oh - expreso cuando se encontró con Yedam.

- ¿No está Mashiho? - pregunto tratando de no mirar al alto a los ojos.

- No, hoy es su día de descanso - aviso mientras tomaba el producto en sus manos - ¿Yedam, verdad? - pregunto y después le dio el precio de la pasta.

- Así es - asintió sin más - tú eres Haruto.

- Ese mismo - le dio una leve sonrisa que correspondió el mayor - te sonara raro pero quería saber si me puedes pasar tu número de teléfono - dijo un poco tímido y Yedam se sorprendió.

- ¿Que? - dijo un poco sonrojado y Haruto se puso rojo.

- Y-yo solo quiero hacer nuevos amigo y t-tu pareces de mi edad - explico tratando de no verse más nervioso de lo que ya estaba.

- Oh - sentía su rostro rojo, malinterpreto las intenciones del más alto - sí, claro - acepto y el más joven le dio su celular para que lo apuntara - si me mandas mensaje dime qué eres tú y disculpa que no te responda rápido, no estoy mucho en el.

- Está bien - asintió a las explicaciones de Yedam, seguían sonrojados pero no podían hacer algo más - por cierto... no me has pagado la pasta. 

- Oh, cierto. Olvide a lo que venía - soltó una risa nerviosa y Haruto lo miró sonriendo - toma - le dio el dinero justo rozando sus manos - lo siento - tomo la pasta y no sabía que más hacer.

- No hay de que - después de contestar se quedaron unos minutos en silencio, un silencio incómodo.

- Debo irme - apunto a la puerta y empezó a caminar a ella.

- Oh sí, espero que podamos salir algún día de estos - después de decir eso se arrepintió un poco.

- Sí, yo te aviso - se despidió con la mano y abrió la puerta del local para después salir.

Se tocó el rostro y lo tenía caliente, se sentía extraño, no sentía esa sensación en más de un año. Agito su cabeza para sacar ciertos pensamientos y se fue a la casa de su abuela.

Entro y se apuro en caminar a la cocina para darle el paquete a Jihoon, quien lo estaba esperando desde hace unos veinte minutos.

- Lo siento por la tardanza - se disculpo pero el mayor se encogió de hombros.

- ¿Hace tanto frío afuera o te fuiste corriendo? - pregunto Junkyu entrando a la cocina junto a Hyewon del brazo.

- ¿Que? - Yedam pregunto confundió por lo dicho.

- Tus mejillas están rojas - lo señaló y de inmediato Yedam se puso sus manos en sus mejillas.

- Sí - contesto lo primero que se le vino a la mente, haciendo que todos lo mirarán raro.

- ¿Sí, que? - Jihoon pregunto mirándolo mientras ponía la pasta en el agua caliente.

- ¡Vine corriendo! - alzó un poco la voz y todos se le quedaron viendo, no de mala forma más bien de una forma burlesca - iré a meter mi ropa a mi mochila - aviso y salió corriendo a su nueva habitación.

- Conoció a alguien en la calle - dijo su abuela a los jóvenes mientras se acomodaba en una silla.

- Y no sabe disimular - menciono Jihoon haciendo reír a los otros dos.

En lo que Junkyu ayudaba a poner la mesa, pensó sobre que puso así al menor, podría haber sido alguien que apenas conoció en la calle o cierto japonés de alta estatura que habían conocido el día viernes, podría ser.

Sonrió a sus adentros, noto algo cuando lo vieron por primera vez pero no le puso mucha atención porque tenía a la persona más hermosa delante de el. Ya le preguntaría después a Yedam y a Mashiho sobre cómo era ese chico, podía ayudar a Yedam con Haruto y de paso podría hablar con el japonés más bajo.

Yedam se acostó unos momentos en la cama mirando hacia el techo pensando en todo, tal vez no había mucho que pensar, solo había conocido a un chico que le pidió su número de teléfono para hacer amigos y ya. Pero aún así siempre que le pasaba algo le era inevitable pensar sobre ello y relacionarlo con su vida diaria o con cierto joven.

Extrañaba a Yoshinori y el conocer a ese chico, que aunque le dijo que querían ser amigos, le hizo pensar en todo. Se sintió nervioso cuando le pidió su número y tenía sus mejillas rojas y calientes, algo que hace mucho no le pasaba y solo le pasó con una persona.

Recordó lo que le dijo su abuela sobre seguir adelante y olvidar a esa persona pero realmente no quería, quería seguir teniendo esperanzas de que Yoshinori volviera a su lado y estuvieran juntos como si nada malo hubiera pasado pero sabía que eso era imposible, no tenía contacto con el desde que se fue y eso lo ponía peor.

Tal vez sería bueno conocer nuevas personas, amigos, conocidos y tal vez una pareja si se daba pero aún eso lo seguía poniendo nervioso. Siempre su único amigo y novio fue Yoshinori, su primero en todo, su primer amor, pero que sea su primer amor no significa que fuera el amor de su vida.

Suspiro y se levantó, no pensaría en eso ahora o por lo menos no tanto, así que bajo al comedor y se sentó para comer junto a los demás, lo miraban de forma extraña pero decidió no tomarle importancia.

- ¿Mañana irás a la escuela? - pregunto Jihoon sentándose a lado se su hermano quien estaba comiendo como si no hubiera fin.

- Sí, no quería faltar así que me iré temprano para llegar a tiempo - empezó a comer e hizo gestos que mostraban que estaba demasiado rica la comida.

- Puedo llevarte - se ofreció y Yedam negó con la cabeza teniendo aún comida en su boca - así llegarás más rápido.

- No quiero molestarte, Jihoon - se intentaba negar pero el mayor solo negaba.

- No eres una molestia, tengo carro así que no hay problema y no aceptaré un no por respuesta - dijo antes de que el menor dijera algo más.

- Está bien - respondió dándose por vencido.

En el poco tiempo que había estado con los mayores podía decir que eran personas amables y amigables, en ningún momento alguno de los dos lo trataron mal y veían por el bien de su abuela así que estaba contento con eso. Le gustaba ver cómo ellos apesar de no ser hermanos de sangre se trataban como tal y tal vez era porque fueron criados juntos pero se le hacía algo bueno, ojalá el tuviera un lazo así con alguien.

- Sé que después debes irte a dormir y yo no voy a regresar hasta muy tarde pero - Junkyu le hablo a Yedam, llamando la atención de todos - espero que te hayas sentido bien aquí y prometo que el próximo fin te llevaré a algún lado para que veas que está ciudad tiene su lado bueno - dijo con una sonrisa sincera.

- No todo aquí con personas que atropellan abuelas - bromeó la mayor pero solo se ganó malas miradas de los demás.

- ¡Hyewon! - regaño Jihoon y la nombrada solo rió.

- Gracias por este fin - empezó a decir el más joven - me sentí cómodo aquí - los otros tres sonrieron.

Hyewon sabía que su vida en casa no era la mejor del mundo, cosa que le contó a Jihoon y Junkyu, así que los tres iba a tratar de hacerle un agradable fin de semana a Yedam, no les costaba nada.


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~ elpiruetaslocas

TREASURE - Please Don't Leave Me NowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora