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Era viernes y el día estaba como siempre, aburrido para Yedam.

Camino hasta la central de autobuses para ir a la ciudad, se sentía cansado pero no podía ir a casa a recostarse y hacer nada, tenía que ir a cuidar a su abuela y no sabía la razón, no le molestaba pero tenía la duda de si algo le pasaba a ella.

Se subió y espero a que arrancara el autobús, mientras tanto pensó en que estaba como siempre, aburrido para Yedam.

Comenzó su viaje, no recordaba haber ido a la cuidad en su vida entera, aunque no fuera muy larga. Pero se sentía extraño, no siquiera sabía cómo iba a llegar a dónde debía, probablemente se perdería y llegaría hasta el día siguiente.

Se recargo en el asiento y por el cansancio se quedó dormido, no le gustaba dormir o por lo menos no le gustaba caer rendido ante el sueño.

- Vamos, Dami - vio como el mayor corría mientras lo llamaba y el solo sonrió y lo siguió.

Estaban a las afueras del pueblo donde vivían, corriendo y disfrutando su tarde en el pasto verde de ahí. Disfrutaban estar con el otro, se sentían plenos y felices cuando estaban juntos alejados de los demás.

- No vayas tan rápido - se paró tratando de respirar poniendo sus manos en sus rodillas.

- Lo siento - llegó a su lado disculpándose mientras reía del estado del menor - no está mal hacer esfuerzo debes en cuando.

- Se lo dices a alguien que nunca en su vida ha hecho ejercicio - se enderezó y miro al mayor a los ojos, quien solo le sonrió.

- Yah, si andas en bicicleta - le tomo la mano y caminaron adentrándose más en el pasto, lo estaba llevando a un árbol alto que estaba por ahí.

- Es diferente - Yoshinori no sentía que fuera así pero no quería llevarle la contraria al menor, no ese día.

Siguieron caminado hasta llegar a el árbol y se pusieron detrás de este donde había sombra y se sentaron juntos tomados de las manos.

- Me gusta estar así contigo - dijo Yoshinori apretando la mano del menor quien solo sonrió sintiendo sus mejillas arder.

- A mi también - volteo a verlo, acción que imitó el contrario. Yedam vio cada detalle del rostro del mayor - te quiero demasiado, Nori - suspiro, quería decir la otra palabra pero sentía que no era momento.

- Y yo a ti, Dami - tomo su mejilla y lo miró a los ojos, se sentía tranquilo alejados de todos y estando con Yedam, algo que no quería que le quitarán.

Le sonrió y miro todo su rostro, se acercó lentamente mirando los labios del menor y Yedam hizo lo mismo, se besaban cada que podían pero cada beso se sentía como el primero o mejor. Besos llenos de cariño por el otro, sentimientos floreciendo cada que lo hacían.

Cuando sus labios se tocaran, ambos sintieron como fuegos artificiales en su interior, sus corazones acelerandose y sus mejillas arder. Se sentía bien.

- Joven - se despertó cuando sintió a alguien mover si brazo - llegamos a la parada - aviso y se fue de su lado.

Yedam se sobresalto al principio pero se levantó tomando sus cosas y saliendo de ahí, no sabía a dónde ir pero no le preocupaba eso. Se tocó los labios con sus dedos y pensó en su sueño, que realmente no era eso, era un recuerdo que vivió con Yoshinori, por esa razón no le gustaba dormir.

Recuerdos siempre llegaban a el cuando dormía y le dolía porque el no estaba con el, ya no más.

- ¿Eres Bang Yedam? - le preguntaron a sus espaldas y este volteo confundido.

TREASURE - Please Don't Leave Me NowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora