capitulo 3

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Capitulo dedicado a Yami, gracias por todo<3

"El día más divertido de mi vida", eso era lo que mi madre había dicho cuando terminamos de desayunar. Yo, la verdad lo consideraba como "el más más horroroso de mi vida". Ella había insistido en el desayuno, que iba a ser un día especial y ese tipo de cosas que dicen las mamás para animarte. Yo, la verdad, tenía el presentimiento de que este día iba a terminar muy mal.

Luego de desayunar subí a mi habitación para distraerme de mi tortura, estuve sentada en mi cama mientras leía un libro titulado: El diario de Ana Frank, lo llevo leyendo desde hace una semana y me parece muy bueno, la verdad que es increíble; narra la historia de una niña judía de trece años de edad, amante de los libros y con una gran curiosidad por el mundo que la rodea. El día de su cumpleaños, se levantó con gran entusiasmo para ver los obsequios que le habían hecho; y, entre esos regalos, encuentra un diario, al mismo que llamará Kitty. La vida de Ana y su familia era completamente normal hasta que en mayo de 1940 se acabaron los buenos tiempos para la familia: primero, por la Segunda Guerra Mundial; luego, la capitulación y la invasión alemana. Ya casi término el libro y luego tal vez me ponga a leer otro.

Perdón por el spoiler.

Estuve toda la mañana leyendo, hasta que se hicieron las 11 de la mañana y decidí bajar para ayudar a mamá a cocinar, me encaminé a las escaleras y me fuí directo a la cocina, ahí estaba ella preparando carne, justo cuando llegué agarró un poco con la cuchara y me dió para que probara.

— Y... ¿Qué tal? — me miraba algo ansiosa por saber mi respuesta.

— ¿De qué hablas?— dije algo confundida.

— De la carne, Maddie, de que más crees que estoy hablando.

— Que se yo—me miró y puso los ojos en blanco.

— Bueno, no importa ¿Qué tal sabe?

— No está mal—dije encogiendome de hombros.

— ¿Qué no está mal? ¿Eso es todo lo que dirás?

—Bueno, de un diez, es como un... nueve—dije algo divertida.

— Si, lo que cocino sabe muy bien—dijo con algo de entusiasmo.

— Pero que autoestima tan alta tienes—dije mirándola entrañada.

— Al menos no me la pasó amargada todo el día.

« Tienes razón. »

— ¿Y qué vas a preparar?

— Tu favorita, lasaña.

— Por eso eres la mejor mamá que tengo.

— Yo seguiré diciendo que eso no tiene sentido porque soy la única mamá que tienes.

Me quedé mirándola por un instante, no sé por qué lo hice, pero seguí haciendolo por buen rato, hasta que ella interrumpió mis pensamientos.

Aunque no sé que estaba pensando.

— Maddie, ¿Estás bien? —dijo chasqueando sus dedos enfrente de mi.

— ¿Ah?... No, si, todo está bien.

— ¿Segura? Porque parecía que estuvieras en otro planeta o algo así.

— Si ,si, estoy bien. ¿Quieres que te ayude a terminar de hacer la comida?

— Oh, no, Maddie, gracias, estoy bien.

Iba a decir algo, cuando al instante mamá habló.

— Cada vez que " me ayudas " con algo que tenga que ver con comida, terminamos con casi nada que comer.

Invierno por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora