Entonces lo supe, y caí en cuenta de que era real. Todas leyendas resultaron siendo ciertas, y aquellas cosas que creí que eran imposibles, lo fueron. Me había involucrado en algo sin escape, para lo que no estaba lista.
Sí, estaba en la universida...
Nota: ¡Antes de iniciar! Les quiero proponer un reto: Si llegamos a los 100 votos, les subiré el siguiente capítulo (Que ya está listo) enseguida. Les aviso que está suuuper picante, así que les dejo este mensajito como motivación para apoyar al autor y acelerar las actualizaciones. Un abrazo.
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Cuando era pequeña descubrí que engañar a las personas era todo un arte. Y que podía traer muchas ventajas si lo sabía implementar a mi favor.
Como por ejemplo, cuando decidía fingir quedarme dormida en el sofá para que mi padre tuviese que cargarme en brazos hasta mi cama. O las veces en que le hice creer a mi ex novio Aiden que gracias a él lograba obtener orgasmos increíbles, aunque no fuese así. O como le dije a la policía y a la prensa local que no tenía ni idea de lo que había pasado la noche en que él murió.
Con el tiempo me di cuenta de que mentir no era tan malo como me lo pintaron de niña y que, si sabía elaborar estrategias coherentes que me pusieran en ventaja, definitivamente tenía que hacerlo.
Parecía que todas esas situaciones me prepararon lo suficiente como para fingir haber perdido la memoria frente a un grupo de vampiros viejos y peligrosos.
Admito que una gran parte de mí sabía que estaba siendo estúpida, y que era muy probable que me descubriesen. Pero Jayden... Él me había atacado, lo había hecho de nuevo, aun teniendo a Scarlett al frente.
Entendía que no estaba consciente en ese momento, pero eso no era justificación.
Tras su mordida en mi cuello, la ira acumulada en mi interior por los ataques pasados y todo lo que había tenido que me hicieron vivir, explotó. Al igual que la magia en esa habitación aquella noche.
No entendía qué había pasado exactamente, un segundo Rosie estaba extrayendo la magia de la mordida de Jayden y al otro todos salimos volando. Tuve la mala suerte de haber estado adormecida e indefensa por la sangre que me habían extraído. Además de asustada. Mi cabeza rebotó contra la pared y perdí el conocimiento unos segundos. Pero al estar lúcida, decidí que esa iba a ser la última vez que me harían daño.
Tenía muchas cosas en contra, como el hecho de que Mason había olido la hierba santa en mi sistema, al igual que Jayden que la saboreó al probarme. Pero mi actuación no fue tan mala, de hecho, el desmayo que tuve después de revelar que había "perdido la memoria" fue verdadero.
Y realmente no me tomó mucho tiempo planearlo todo, gracias al hechizo que Scarlett me puso, yo pude entender el idioma en el que estaban escritos aquellos libros raros de los que ella obtenía los hechizos. Y aunque no logré encontrar una cura para Jayden como me ordenaron, sí que encontré un párrafo bastante interesante que me ayudó a formar todo el plan en mi cabeza.
"La hipnosis es un arma poderosa que los vampiros pueden aplicar con facilidad, pero como viene, puede desvanecerse. Y hay casos (muy raros) en los que llega revertirse a causa de sucesos muy impactantes. Si una magia muy poderosa choca con el sujeto en cuestión, este podría presentar desvaríos en las áreas afectadas por la hipnosis. Si es el caso de la memoria, podría llegar a olvidar todo lo que se haya modificado en ella".
