Scarlett se tomó unos días libres de sus misiones de rescate para impartir algunas clases mágicas en La Casa de las Brujas dentro de la mansión. Esto servía básicamente para que las mujeres rescatadas del aquelarre Shams ahora que podían usar su magia libremente, aprendieran a utilizarla. Sirviendo así al Clan Stonem y defendiéndose así mismas.
Aproveché para tomar algunas clases también, cada día aprendía más y más cosas sobre mi naturaleza que me venía bien entender. El haber sometido a más de 50 hombres con mi poder me demostró que era mucho más poderosa que una bruja Sifón promedio, según me dijo Scarlett.
Una tarde, después de salir de mi entrenamiento cuerpo a cuerpo con Evelyn me dirigí hacia la habitación para cambiarme, me encontraba ensimismada, intercambiando mensajes con mi hermana mientras caminaba hacia allí.
Hasta que choqué con un cuerpo duro que me hizo tambalear, pero la persona me tomó de la cintura antes de que cayese. Mis ojos buscaron al culpable y se entrecerraron al detallar la sonrisa de tiburón de Axel.
—Ande con cuidado, Señorita Howard —musitó.
Me solté bruscamente y decidí pasar por su lado sin intercambiar palabra alguna para entrar en mi alcoba. Abrí la puerta y estuve a nada de cerrarla, cuando el maldito vampiro ingresó velozmente y se posicionó a mi espalda, sobresaltándome.
Insoportable de mierda.
—¿Qué quieres? —mascullé de mala gana—. Fuera de mi habitación.
Sus cejas se alzaron levemente antes de volver a curvar los labios en una sonrisa, intimidándome. Por mi parte, crucé los brazos sobre mi pecho, cubriendo así el top que llevaba con mi conjunto para hacer deporte.
—¿Me estás evitando? —inquirió Axel, sonando ofendido.
Ah, así que de eso se trataba.
—Pues si te estoy echando de aquí es por algo, ¿No?
—Corazón, no sé por qué actúas como si hubieses visto un espectro en la habitación. Todo el mundo tiene sexo, tú más que nadie debería saberlo ya que antes de que te fueras de vacaciones, te la pasabas usando la cama para mucho más que dormir —enfatizó, señalando la susodicha a nuestro costado mientras mis mejillas comenzaron a arder.
—¡No quiero hablar de eso! ¡Ni siquiera me importa! Es tu vida, yo solo quería avisarte que me marchaba porque Scarlett me lo pidió.
—Y preferiste salir corriendo antes de unirte a la fiesta, ¿No será que la abstinencia te está poniendo de mal humor?
Abrí la boca, incrédula por sus palabras. ¿Acababa de sugerir que debí quedarme a hacer un cuarteto con él o qué mierda? Dios, no estaba para esas cosas. Tenía que llamar a mis padres en menos de veinte minutos y ese hombre no estaba dispuesto a darme privacidad.
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Corazón Inmortal #1 ✓
FantasíaEntonces lo supe, y caí en cuenta de que era real. Todas leyendas resultaron siendo ciertas, y aquellas cosas que creí que eran imposibles, lo fueron. Me había involucrado en algo sin escape, para lo que no estaba lista. Sí, estaba en la universida...