Capítulo 5: De Música Ligera

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Julio

—Despierta— Valentino sintió como alguien aplastaba un dedo sobre su mejilla —vas a llegar tarde— repitió la voz de una chica —¡DESPIERTA DE UNA VEZ! — gritó Diana y le quitó las mantas de encima.

—¡¡Agghhh!! ¿Pero qué diablos te pasa?— Valentino se quejó cuando la luz del sol lo estaba dejando casi ciego —cierra eso— pidió moviendo las manos a los lados.

—Son las 8:30, te dejé dormir lo más que pude, pero eso se acabó, arriba— le ordenó Diana —bueno, primer punto del día, listo— tachó algo en su pequeña libreta —segundo punto del día, desayunar— sonrió.

—La práctica comienza a las 9— Valentino se recostó de nuevo.

—Exacto y tienes 30 minutos para llegar, voy a hacer unas llamadas, te espero en el comedor vestido y listo para salir.

—Vistidi y listi piri silir— la remedó Valentino.

—¡Te oí!— gritó Diana desde el comedor.

"Si los horarios no me matan, esta mujer sí lo hará"

Valentino se puso de pie y caminó hasta el cuarto donde se encontraba toda su ropa, antes no tenía mucha, pero fue Rebeca y su idea de "vida nueva, estilo nuevo" lo que le llevó a tener un cuarto lleno de ropa de marca.

Se vistió con una camiseta blanca y un calentador negro, salió del cuarto peinándose en el camino y tomó asiento frente a Diana, que escribía cosas mientras hablaba con Guillermo.

—De prisa Valentino, vamos a llegar tarde— Diana se puso de pie y se acercó hasta donde él estaba tomando en sus manos la cuchara y poniéndosela en la boca mientras que aplastaba la parte de arriba y la parte de abajo de la cabeza de Valentino —¡mastica! ¡Masticaaaaa!

—Si me sigues molestando voy a comer más lento— Valentino quitó sus manos lejos de su rostro —ya está, ya acabé— se puso de pie y limpió su rostro con una servilleta —me voy a lavar los dientes.

—Rápido, arriba, abajo, a los lados, no olvides las muelas— Diana lo siguió hasta el baño mientras se cepillaba los dientes.

—¿Quieres darme un poco de privacidad?— pidió Valentino.

—No hay tiempo, la única privacidad que te puedo asegurar es la que te doy en las noches cuando estás con tu novia— Diana tomó una toalla y le secó la boca a Valentino —listo, nos vamos— lo jaló fuera del departamento.

Con movimientos rápidos Valentino se cambió de ropa en los camerinos colocándose el uniforme para prácticas del equipo y salió corriendo hacia la cancha.

Era su primera práctica con el equipo y lo que menos necesitaba era llegar tarde. Quizá, sí debió hacerle caso a Diana después de todo.

—Muy bien, vamos a empezar calentando— José Luis se colocó al frente de los otros jugadores observando sus apuntes, mientras que Valentino intentaba aparecer desapercibido entre todos —Valentino llegas tarde, multa— lo señaló con el dedo sin quitarle los ojos de encima a sus apuntes.

—Lo siento— se disculpó Valentino y miró a los otros jugadores que lo veían con desconfianza, incluyendo a su hermano.

—Ah sí— José Luis dejó de ver sus apuntes —este es Valentino Alves, quizá su apellido les suene familiar, es el hermano menor de Aarón y uno de los hijos de Felipe Alves.

Valentino esperaba alguna reacción de los demás, pero todos lo seguían viendo como si fuera un don nadie.

—Bien, comiencen el calentamiento— José Luis se dio la vuelta y caminó hasta donde estaba su asistente.

Arriba del ContinenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora