Capítulo 2: Hola Karma

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Valentino estaba distraído viendo por la ventana del auto mientras escuchaba Lamento Boliviano de los Enanitos Verdes en el reproductor mp3 que Sarah le había regalado en navidad.

Cuatro días habían pasado después de la cena, cuatro días en los que pasó encerrado en uno de los cuartos de huéspedes como prisionero de guerra. Diego, el guardaespaldas, lo seguía a todos lados como si fuera su sombra. Sus tres intentos de fuga terminaron con Valentino en el suelo derribado y atrapado por el guardaespaldas que lo mandaba de vuelta al cuarto. Se iba a volver loco si las cosas continuaban así.

Todo cambió esa mañana cuando su padre lo despertó lanzándole un vaso de agua helada y le arrojó ropa para que se cambiara. Por más que Valentino pidió explicaciones de qué era lo que iban a hacer su padre nunca le dirigió la palabra, hasta que llegaron al aeropuerto y recibió un pasaje de avión con dirección a Madrid lo comprendió mejor, pero no entendía qué era lo que pretendía su padre al llevarlo a ese lugar.

El sonido de golpes en la ventana del auto hizo que Valentino girara la cabeza para ver a Felipe ordenándole que saliera del auto.

—¿Qué hacemos en el estadio del Real Madrid?— preguntó Valentino cuando bajó del auto, pero su padre no contestó y solo comenzó a caminar.

"Al fin sucedió, la vejez lo está volviendo sordo"

"No, solo me odia y finge que no existo"

Valentino se colocó la capucha de su saco para intentar ocultar los golpes de la pelea con Aarón que aún seguían en su rostro y caminó detrás de su padre.

Mientras más se adentraban por el estadio el corazón le latía más fuerte, ese lugar tenía ese poder en él.

Jugar en ese lugar era el sueño de toda su vida, desde niño cada vez que apagaba las velas de su pastel, o cuando su madre le hacía pedir deseos con sus pestañas, deseaba eso, poder ser parte de su equipo favorito.

—Felipe— la voz de un hombre a la distancia sacó a Valentino de sus pensamientos.

—Álvaro— Felipe se acercó para saludar de mano a un hombre rubio alto con traje —gracias por recibirnos.

—No hay de qué— Álvaro miró al chico que estaba detrás de Felipe —¿Ese es Valentino?

—Sí— contestó Felipe viendo a Valentino por primera vez después de cuatro días —Valentino, él es Álvaro Soreti uno de los cazatalentos del Real Madrid.

Valentino estiró la mano y Álvaro lo saludó con una sonrisa.

—Tu padre habla mucho de ti, dice que eres muy bueno, aunque claro, sabiendo quien es tu padre eso no me extraña.

"¿Mi padre le dijo eso de mí?"

"¿No le habrá estado hablando de su campeón y como ya está senil se confundió de nombre?"

—¿Y dónde es la prueba?— preguntó Felipe sin sonreír.

—Oh es verdad, debemos apresurarnos, todos los chicos ya llegaron, Valentino no pensarás ir a dar la prueba usando jeans ¿verdad?

—¿Prueba?— preguntó Valentino sin entender.

—Va a estar listo en 5 minutos, te vemos en la cancha— le dijo Felipe a Álvaro y se dio la vuelta jalando a Valentino del brazo.

—¿Papá de qué prueba está hablando? — preguntó Valentino

Felipe no contestó y arrastró a Valentino hacia los baños mientras le daba una maleta con ropa que Diego cargaba con él.

—Tienes tres minutos— le dijo Felipe mientras salía del baño.

"¿Voy a dar una prueba?"

"Pero Aarón dijo que sería el 10"

Arriba del ContinenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora