Arriba del Continente

Capítulo 6 parte II: ¿Dónde Estás Corazón?

Agosto

—No— Guillermo le dio la espalda a Valentino y continuó caminando.

—¿Por qué no?— preguntó Valentino siguiendo a Guillermo fuera de su oficina.

—Porque no tiene sentido Valentino, debiste pensar en eso antes, no ahora que estamos a un día de tu segundo partido.

—Es por eso que lo quiero hacer, aún no soy muy conocido y es mejor hacerlo ahora.

—Valentino— Guillermo se giró para verlo —yo accedería si fuera tu nombre, el apellido de tu madre o un segundo nombre, pero no un sobrenombre que además es ridículo.

—No es ridículo, es especial para mí— señaló Valentino.

—Escucha, tu hermano usa su nombre en su camiseta porque decía que no quería ser comparado con tu padre y está bien, yo acepté eso, en tu caso todos acordamos en que uses el apellido Alves en la espalda y en ese momento tú no dijiste nada, así que olvídalo porque ya es tarde— Guillermo volvió a darle la espalda y se alejó.

—¡No quiero ser como mi padre tampoco!— gritó Valentino —de hecho no quiero que me asocien con él ni tampoco quiero que me asocien con Aarón.

—Valentino no digas estupideces, ya medio mundo sabe el hijo y el hermano de quien eres.

—No me importa, quiero quitarme el apellido de mi padre de la espalda y quiero utilizar el nombre que te manifesté.

—Es un nombre ridículo, "Tino" suena como algo que balbucearía un niño que no sabe pronunciar tu nombre.

—Pero tiene un significado para mí y si voy a hacer esto, necesito hacerlo sintiéndome cómodo, no puedo llegar a la cima sintiendo el peso de mi padre en mi espalda.

—Por última vez, no— Guillermo le hizo señales a Diana que caminaba detrás de ellos —ya llévatelo de aquí, tengo una reunión y no tengo tiempo.

—Estás despedido— declaró Valentino mirando a Guillermo.

—¿Qué?— preguntó Guillermo mirando a Valentino con diversión.

—Lo que escuchaste, no pienso trabajar con alguien que no me escucha— Valentino se cruzó de brazos.

—Te estoy escuchando, sin embargo, lo que quieres hacer es una estupidez— Guillermo se acercó a Valentino —llevo en esta industria desde antes de que tú nacieras y sé cómo es esto, no te lo estoy diciendo por qué sea malo, te lo digo porque quiero que llegues lejos y no lo harás con ese nombre tan tonto.

—No es tonto— repitió Valentino sin bajar la mirada —es mi cábala, desde que me llaman así solo me han pasado cosas buenas, además ese nombre representa lo que soy, es mi esencia, ese nombre tiene todo lo mejor de mí en él.

—Se escucha muy bonito, pero ya dije que no y es mi última palabra.

—Entonces estás despedido.

—Yo no hago negocios contigo sino con tu padre, si alguien me debe despedir es él, no tú, así que discute la idea de tu nombre con tu padre, aunque tú y yo sabemos muy bien cómo acabará esa discusión— Guillermo se dio la vuelta y está vez se alejó definitivamente de Valentino y Diana.

Valentino apretó los dientes enojado y se alejó por el otro lado con Diana corriendo detrás de él.

—Espérame, soy de piernas cortas, no puedo correr tan rápido— se quejó Diana detrás de él.

—Diana— Valentino se detuvo y vio a la pequeña chica —voy a hacer algo arriesgado y loco ¿estás conmigo?

—Primero explícame qué es— contestó Diana mirando confundida a Valentino.