Capítulo 14: Algo mejor que hacer

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Valentino escuchó desde la sala como tocaban a la puerta de su departamento. Se levantó de mala gana del sofá en el que estaba recostado y caminó hacia la entrada.

"¿Quién será?"

"Si es José Luis, cerramos la puerta y saltamos por la ventana"

Abrió la puerta y se encontró a Manu que usaba gafas negras, estaba cruzado de brazos y observaba el final de pasillo. El brasileño tenía un aura genial, que lo hacía lucir como el típico deportista por el cual las mujeres se desmayan cuando pasa.

—Ay, no puede ser... —renegó en español.

—¿Sabes? El español y el portugués se parecen un poco —contestó Manu—. También me alegra verte.

—¿José Luis te envió a matarme en su lugar? —preguntó en portugués. Le dio la espalda y regresó a la sala.

—A matarte no, solo a golpearte —respondió el chico cerrando la puerta. Después, siguió a Valentino mientras contemplaba su alrededor—. Caleb tenía razón, este lugar es enorme.

Valentino volvió a su sofá a recostarse. Se llevó una botella de cerveza a la boca y vio a Manu deambular por su territorio.

—Así que... —murmuró su amigo, tomando asiento en el brazo del sofá, a los pies de Valentino.

—Así que... —repitió el otro con pocos ánimos.

—¿Lo arruinaron?

—Lo arruinamos —afirmó Valentino cubriéndose los ojos con su brazo —. En mi defensa diré que todo es culpa de Gilbert. Si no buscará pelear conmigo cada vez que se le presenta la oportunidad, TJ ya sería parte de tu equipo.

—Nuestro equipo.

—No me presiones. —Bajó su brazo y observó a Manu—. ¿Cómo se lo tomó José Luis?

—Bueno, él estaba muy feliz porque tenía otro elemento más en su equipo. Pero cuando recibió la nota que ustedes dos, payasos, usaron para contarle lo que pasó, se puso tan rojo como la bandera de China.

—En realidad solo hubo un payaso y fui yo. Gilbert se quitó la responsabilidad en el aeropuerto y todo quedó en mis manos. Así que como José Luis nos informó con papeles, creí que esa sería la mejor manera de contarle que su otro defensa dijo que no.

—Pues eso no le alegró, y mucho menos la carita feliz y él "con amor, Tino" del último.

—Me envió a Miami con Gilbert. Opino que estamos a mano, aunque no fuese mi intención.

—¿Qué tienes contra Gilbert? —Manu le tomó los pies y se los empujó al suelo.

—Yo no tengo nada contra él, pero está claro que él sí tiene un problema conmigo. Por cierto, ¿qué va a pasar con TJ?

—Pues el Liverpool ya hizo la propuesta al Inter de Miami y como José Luis debe ir a Brasil, solo quedo yo para convencer al chico, te lo agradezco mucho —señaló esto último con molestia.

—Miami es bonito, hace calor y si vas al mismo hotel en el que nos hospedamos, disfrutarás de unas buenas vistas

—El tema no es el clima ni las vistas, sino más bien que se suponía que este viaje iba a durar un solo día, por lo que no traigo ropa conmigo.

—Compra ropa.

—¿Y fomentar el consumo excesivo de moda que solo provoca contaminación?

—Pues regresa a Liverpool y coge un avión a Miami desde allí.

—¿Y contaminar más el ambiente con el dióxido de carbono que generan los aviones?

—Entonces camina desnudo a Miami.

Arriba del ContinenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora