Capítulo 6 parte I: Por qué

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Agosto

—Y mira justo aquí, sí, sí, aquí— Valentino señaló el televisor mientras apretaba la rodilla de Rebeca —¡¿lo ves?! Yo hice...— miró a su novia que estaba completamente dormida —...un gol.

"Debe estar muy cansada"

Valentino sonrió negando con la cabeza y tomó a Rebeca en sus brazos cargándola hasta la cama para que durmiera a gusto.

Sí que era tarde, debió dejar a Rebeca descansar una vez que llegó de su viaje, pero estaba tan emocionado por enseñarle el partido que no se había detenido a pensar en ella.

Valentino caminó hacia el balcón y se sentó en el suelo mientras veía el cielo, entonces sacó su celular y buscó el chat de Matías.

"Está bien, es solo una llamada, tomo el teléfono, marco, llamo, él contesta, se arregla esto y ya"

"Pero si no contestó las últimas 20 veces ¿qué te hace pensar que ahora contestará?"

Negó con la cabeza y decidió pensar con optimismo, quizá Matías había estado ocupado, o tal vez no encontraba su celular, en tal caso, le hacía un favor llamándole para que encontrara el teléfono.

Dejó los rodeos y marcó el número, pero como siempre nadie contestó.

"Ya sé, mejor un mensaje, quizá está ocupado y no puede hablar en este momento"

"¿Qué le digo? No quiero que crea que le escribo porque me arrepentí de mi decisión o algo así, yo solo quiero saber cómo está"

"¿Y si hago un tour por el departamento?"

"No, va a creer que le estoy presumiendo o algo así..."

"¡Tengo una idea!"


Es oficial, acabo de firmar mi contrato con el Real Madrid.


Se quedó mirando la pantalla, esperando algo, pero nada sucedía. Agachó la cabeza, se puso de pie y caminó hasta la habitación donde durmió al lado de Rebeca.

 Agachó la cabeza, se puso de pie y caminó hasta la habitación donde durmió al lado de Rebeca

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—Hola, padre— saludó Valentino con una sonrisa mientras entraba a la casa.

—Valentino, pero qué sorpresa, no te esperaba el día de hoy— Felipe cerró la puerta y acompañó a su hijo.

—Sí, bueno, Rebeca tenía una sesión de fotos y yo quise venir a ver a mis hermanos— Valentino señaló las bolsas que tenía en la mano —les traje regalos.

—Pues Eva y Aarón están arriba hablando— Felipe se rascó la cabeza.

—¿Y los menores?— preguntó Valentino subiendo las gradas.

—Andrés está castigado en su habitación y Sarah...— Felipe tomó aire —no importa, estaré en mi oficina— se dio la vuelta y se alejó.

Valentino tuvo un mal presentimiento y subió rápidamente a buscar a sus hermanos.

Arriba del ContinenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora