Valentino estaba temblando cuando el avión despegó, al principio todo parecía ser una buena idea, pero ahora que estaba entre el suelo y el cielo, no podía evitar pensar que era una mala idea. No le aterraba volver a ver a Matías, no. Lo que le aterraba era lo que vendría después, sabía que una discusión sobre lo ocurrido era necesaria, pero ¿sería posible posponerla? Por lo menos hasta que saliera el sol. Tal vez era egoísmo, ¡cielos!, Valentino sabía que era egoísta al solo desear llegar, tocar a la puerta, abrazar a Matías y dormir encima de sus piernas con sus manos paseándose por su cabello, sin la necesidad de decir nada, por lo menos no hoy.
Si tan solo todo fuera tan fácil, pero ¡diablos!, no era fácil. Valentino había metido la pata, había mandado a la basura todo, porque tenía miedo y sabía que al llegar, Matías no lo recibiría con una sonrisa en su rostro, ni tampoco lo abrazaría, quizá lo recibiría con un puñetazo y Valentino no mostraría resistencia porque se lo merecía, merecía cada grito y patada, cualquier cosa que hiciera que Matías se sintiera mejor, pero luego, ¿qué? ¿Lo perdonaría una vez que se haya desahogado? ¿Le pediría que se fuera a la mierda? ¿Matías no lo perdonaría? ¿Qué tal si lo odiaba? ¿Qué tal si nunca más volvían a ser algo?
Una corriente eléctrica pasó por el cuerpo de Valentino provocándole terror.
"No debí hacer esto, le dije que le daría tiempo"
"Técnicamente ya pasaron cuatro meses, ¿eso cuenta?"
"Claro que no, maldito desgraciado"
"¿Y si todo terminaba mal? ¿Qué hago entonces?"
"Decidido, apenas aterrice el avión compro un boleto de vuelta a Madrid"
"Oh, ya basta, cobarde, sé un hombre y enfrenta las consecuencias"
"Cállate cerebro, si todo sale bien te voy a apagar con alcohol para celebrar y si todo sale mal lo haré igual e incluso peor"
Valentino negó con la cabeza y encendió su mp3, quizá un poco de música lo calmaría un poco. Puso el aleatorio y una canción que Valentino no conocía sonó, cuando revisó la pantalla del aparato leyó "Everything I wanted – Billie Eilish"
Tuve un sueño, tenía todo lo que quería.
No es lo que hubieras pensado, y si te soy sincera, puede que haya sido una pesadilla.
Para cualquiera al que pueda interesarle, pensé que podía volar
Por eso salté del Golden.
Nadie lloró
Nadie se dio siquiera cuenta.
Yo les vi ahí parados, por un momento hasta creí que podría importarles
Tuve un sueño,
tenía todo lo que quería,
pero cuando me despierto,
te veo a ti conmigo.
Y tú dices: Mientras yo esté aquí, nadie puede hacerte daño.
No quieres estar aquí, pero puedes aprender a hacerlo.
Si pudiera cambiar la manera en la que te ves a ti misma, no te preguntarías por qué estás aquí.
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Arriba del Continente
RomansaValentino Alves no ha tenido una vida fácil, rechazado desde niño por su padre, sus amigos y la chica que le gusta, le hacían pensar que había algo malo en él y que estaría solo para siempre. Una noche en un bar cambió todo eso cuando unos hermosos...
