Claro De Luna

Capitulo XIII

-Por favor Itachi te lo suplico, no dejes morir a Neji, te diré lo que quieras pero sálvalo- la hyuga estaba aterrada, neji era como su hermano mayor, y lo estaba perdiendo al frente de sus ojos, sin poder hacer nada, Hanabi prefería mil veces ser ella la que estuviera sufriendo antes de ver a su primo en ese estado. El dolor que estaba padeciendo neji en ese momento era tan fuerte que había vomitado, él sentía que se estaba quemando por dentro, definitivamente el veneno era letal.

-Como ustedes hicieron para verse tan jóvenes, como si el tiempo no fuera trascurrido en ustedes? Hinata tiene una apariencia de una chica de 19 años de edad cuando en realidad debería verse de 69, al igual que Neji que debería tener 72 y se ve de la edad mía o de shisui, entre 19 o 18 años, y tu Hanabi, la ultimas ves que te vi eras una niña, y ahora te ves como una chica de 16 años, pero también deberías de tener más edad... Es un hechizo? Magia negra?- pregunto el Uchiha mientras ejercía mas presión en la espalda de neji para que dejara de moverse.

-¡ITACHI!- grito Hanabi, ganando la atención del Uchiha- ¡te lo ruego, dale de beber la sangre a Neji, no va a aguantar más tiempo, se esta muriendo malditasea!- dijo de forma histérica mientras lloraba.

-Se lo daré cuando me respondas, ya te lo dije, mientras más te tardes peor será para él.

-Esta bien- limpiándose las lagrimas - nosotros manejamos la magia gracias al poder de nuestros ancestros, en pocas palabras usamos el poder de las brujas muertas del otro lado canalizándolas pero nuestro poder se ve limitado por la voluntad de las brujas que han muerto, si ellas deciden no seguir otorgándonos poder, no podemos hacer nada al respecto, si ellas deciden que uno de nosotros debe morir, también lo pueden lograr sin que nosotros podamos hacer nada, estamos regidos por lo que ellas dicen..... Hace 17 años atrás nació una bruja muy poderosa, ella no proviene de nuestro clan, pero nuestros ancestros desean la magia que va a llegar a poseer su descendiente, así que nos encomendaron la misión de....

-Matar al hijo de esa bruja para que el clan pueda obtener su poder a través de la muerte- interrumpió el uchiha.

-Exactamente, quieren que hagamos una especie de cosecha o sacrificio con el descendiente de esa bruja, el problema es que esta protegida por alguien muy poderoso, y hasta los momentos no hemos podido encontrarla... Nuestra apariencia es a penas una fachada para que se nos facilite dar con ella en la búsqueda, actualmente esa chica debe de estar próxima a cumplir los 18 años de edad.

-¿Tienes una prueba de lo que me dices? Como he de creer que está historia que acabas de contar es real.

-No tengo pruebas, pero ya te dije lo que necesitabas saber, ahora la pregunta es, vas a salvar a mi primo? O vas a dejar que se muera- escupió con odio Hanabi, fulminándolo con la mirada.

Itachi sabia que por causa de la situación al sentirse presionada Hanabi iba a terminar contando toda la verdad, pero necesitaba crear un momento de desconfianza para que ella viera que la decisión de haber salvado a su primo era porque había terminado confiado en su palabra, y no por un acto de debilidad por parte de él, al fin y al cabo si Hanabi decidía no decir ni una palabra Itachi igual le iba a terminar dando la cura a Neji, nunca paso por su cabeza dejarlo morir.

-Bien- dijo para levantarse del cuerpo del Hyuga y voltearlo haciendo que quedara boca arriba y poder suministrarle la sangre de Karin, ya que el veneno que le había inyectado era de ella misma. Lo había tomado de las cosas de Sasuke pensando que podía llegar a necesitarlo en new orleans, y vaya que le sirvió de algo, por lo menos ya sabia cual era el objetivo de las brujas.

Neji en instantes después de beber la sangre comenzó a respirar con más normalidad, y dejo de mover su cuerpo en movimientos bruscos ya que minutos antes se estaba revolcando del dolor, parecía como si estuviese convulsionando, si no fuera sido porque Itachi se encontraba arriba de él haciendo presión en su cuerpo para que no se moviera, se fuera podido lastimar él mismo por el dolor tan intenso que había estado padeciendo.