Capitulo XXII

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Durante la cena, Jiraiya parecía entusiasmado por mi viaje a La Push del día siguiente. Sospecho que se sentía culpable por dejarme sola en casa las ultimas semanas, pero habían desaparecidos algunas personas en el pueblo y su trabajo como policía, siempre debía de estar primero. Conocía los nombres de todos los chicos que iban, por supuesto, y los de sus padres y, probablemente, también los de sus tatarabuelos. Parecía aprobar la excursión de mañana sábado.

-Papá -pregunté como por casualidad - ¿conoces un lugar llamado Goat Rocks, o algo parecido? Creo que está al sur del monte Rainier.

-Sí... ¿Por qué?

Me encogí de hombros. -Algunos chicos comentaron la posibilidad de acampar allí.

-No es buen lugar para acampar -parecía sorprendido -Hay demasiados osos. La mayoría de la gente acude allí durante la temporada de caza.

-Oh -murmuré -tal vez haya entendido mal el nombre.

Después de tener una charla amena con mi padre, subí a mi habitación y me quede profundamente dormida. Pretendía dormir hasta tarde, pero un insólito brillo me despertó. Abrí los ojos y vi entrar a chorros por la ventana una límpida luz amarilla. No me lo podía creer. Me apresuré a ir a la ventana para comprobarlo, y efectivamente, allí estaba el sol.

Ocupaba un lugar equivocado en el cielo, demasiado bajo, y no parecía tan cercano como de costumbre, pero era el sol, sin duda. Las nubes se congregaban en el horizonte, pero en el medio del cielo se veía una gran área azul. Me demoré en la ventana todo lo que pude, temerosa de que el azul del cielo volviera a desaparecer en cuanto me fuera.

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Sai y yo nos fuimos en autobús hasta la tienda de artículos deportivos olímpicos de Newton que se situaba al extremo norte del pueblo. La había visto con anterioridad, pero nunca me había detenido a visitarla, creo que pensaba que no iba a necesitar ningún artículo para estar al aire libre durante mucho tiempo. Estando afuera de la tienda reconocí la pick up de Rock lee y el nissan sentra de Omoi.

-¡Has venido! -gritó encantado Lee -¿No te dije que hoy iba a ser un día soleado?

-Y yo te dije que iba a venir -le recordé nuestra charla de hace algunos días cuando planeamos con Naruto la salida a la playa

-Oye, oye, yo también estoy aquí

-Hahahah, ¡lo siento Sai! - exclamo Lee entre risas - Me deje llevar por la emoción de ver que Sakura nos va acompañar en el viaje.... Por cierto, sólo nos queda esperar a Ino y a sus hermanos, a menos que tú hayas invitado a alguien, eh Saku -agregó

-No -mentí con desenvoltura mientras esperaba que no me descubriera y deseando al mismo tiempo que ocurriese un milagro y apareciera Neji.

La verdad es que necesito hablar con él y saber de una vez por todas que es lo que le ocurre. Después de esa conversación que tuvimos ayer en el instituto cuando me dijo que le gustaba, actúo de una manera muy extraña al salir del salón. Y ese mismo día en la competencia de patinaje, siquiera me dirigió la palabra.

Lee pareció satisfecho por mi respuesta -¿Montarás en mi camioneta? Es eso o el carro de la madre de Omoi.

-Claro.

Sonrió gozoso. ¡Qué fácil era hacer feliz a Rock Lee! -Podrás sentarte junto a la ventanilla -me prometió y Sai solo se dedico a voltear los ojos hasta dejarlos en blanco. Oculté mi mortificación. No resultaba tan sencillo hacer felices a Lee y a Fū al mismo tiempo.

Fū era una chica morena que tenía el cabello pintado de un color verde agua, su aspecto era el de toda una rockera, conocía a los chicos gracias Karui, ya que ambas estudiaban juntas en clase de música y estaba perdidamente enamorada de Rock Lee o eso me había comentado Tenten.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2023 ⏰

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