Capitulo XVIII

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Sakura:

-Sai, no puedo creer que estés aquí- suelto sin sacar mi cara de su pecho -pensé que venías en primavera, junto con mi madre.

-Así lo habíamos acordado, pero me hacías mucha falta saku, además que todavía falta mucho para tu cumple y sabes muy bien lo impaciente que soy- me dice en tono exagerado y puedo jurar que esta haciendo puchero.

-Va, va. Entonces piensas pasar las navidades aquí en Forks, lejos de tu familia para estar conmigo?- subo la cabeza para mirarlo, sin romper el abrazo.

-Obvio que no. Sabes que te quiero feíta pero tampoco tanto- se burla -Pienso irme para navidad y después regresar para tu cumpleaños en marzo.

-Genial- mis ojos brillaron como estrellitas -pero, y como vas hacer para pagar tantos vuelos en avión? Es que es mucha plata Sai.

-Oye, no me ha ido mal con mi galería de artes. He vendido muchos cuadros este ultimo mes- hizo una pausa -pero lo cierto es que tu madre se ofreció a pagarme este vuelo que hice a Forks... Y como buen caballero que soy, acepte a que me pagara este pasaje- sonrió pícaro

-Mi madre?- repito incrédula, mientras me suelto de sus brazos -porque mi madre haría eso?

-Me dijo que probablemente me necesitaras- se encogió de hombros y puso una expresión pensativo- Ver clases en una nueva secundaria, siendo estudiante del ultimo año. Ah y le añadimos que no conoces a nadie en este pueblo y que tampoco nunca en tu vida has convivido con tu papá.... Mmmm bueno, yo creo que si me necesitas.

-Buen punto- digo sin vacilar -y como le hiciste para entrar al instituto sin que te dijeran algo los de seguridad?

-Tu tío Kizashi me ayudo a entrar sin problemas. Pero no me puedo quedar mucho tiempo, esa fue la única condición- se quedo mirando la mesa donde yo estaba sentada minutos antes -Oye saku y no me piensas presentar a tus lindas amigas

-Oh, si disculpa- aclaro mi garganta y me limpio rápidamente los rastros de lagrimas. Me acomodo la camisa del uniforme y me acerco hasta la mesa.

-Etto, bueno- aclaro mi garganta por segunda vez -Les presento a Sai. El es mi... mejor amigo.

Sai cambio el idioma en el que estábamos hablando que era el francés, para presentarse con los chicos del instituto en un perfecto y muy fluido ingles. Después de presentarse con todos los de la mesa, me acompaño hasta mi clase de ballet, para luego irse. Papá le dijo a Sai que la llave de la casa se encontraba debajo de la alfombra, esto se lo dijo con la intensión de que fuera a casa para que descansara del viaje, y así lo hizo.

Después de haber compartido un rato conmigo, Sai pago un taxi que lo recogió en la entrada del instituto para dejarlo en las puertas de mi casa, o la "residencia Haruno" que así era como mucha gente del condado la conocía. No se necesitaba ser un adivino para saber que apenas Sai llegara a la casa lo primero que iba a llegar haciendo era instalarse en el cuarto de huéspedes para luego poder acostarse a dormir hasta el día siguiente. Y lo entiendo perfectamente, es que seis horas de diferencia no mola para nada...

Al salir de mi clase de ballet, camine hasta el estacionamiento del instituto. Karui y Omoi también estaban saliendo de clases, así que apresure mi paso, pues tenia pensado preguntarle a Karui si me podía llevar hasta mi casa. Tal vez Sai me este necesitando, y si me voy en el transporte publico voy a tardar mucho tiempo en llegar y de verdad que lo quiero ver

Rayos necesito un carro. Solté un pequeño gemido frustrada.

"Recordatorio mental; tienes que trabajar mucho para comprarte un carro Sakura. No puedes seguir dependiendo de los demás" me regañe a mi misma, mientras daba largas zancadas en dirección a la piel canela, o ese era mi plan, hasta que una larga cabellera rubia obstaculizo mi campo de visión.

Claro De LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora