Capítulo 11

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William.

Casi una semana.

Una semana y unas horas habían pasado desde que no veía a Rebecca.

Becca...

Después de que se había ido y me dejó debajo de la lluvia con miles de preguntas, tomé mi auto y me fui de la casa de los Morguean , conduciendo por la carretera hasta poder tomar desvío a las avenidas donde vivíamos.

La hipocresía que había en esa casa era enorme.

Padres que no se daban cuenta lo dañados que podían estar sus hijos.

Cuando llegue a casa, Murdo, el jefe de movimiento de la casa y el servicio me preguntó si estaba todo bien.

Murdo siempre ha sido demasiado servicial y nos ha dado un gran espacio en su vida para cada cosa que queremos, y necesitamos.

Cuando nos fuimos a Luxemburgo el se quedó acá, volver a verlo ha sido bueno...

Aunque es como Marion es con los chicos, es más como nuestro abuelo que como un mayordomo.

Me encerré en mi escritorio y saqué libros.

Leí cinco...

El whisky de mi papá, me acompaño la madrugada del viernes.

Mi compañía del sábado fue nada más y nada menos que Collin.

Hablamos sobre todo, pidió disculpas por la pelea del día pasado.

Estaba bien, me sentí bien y cómodo con él, hablo sobre como conoció a Cora. Pensé que es raro que este enamorado de una chica de diecisiete.

Y tú, ¿no estás enamorado?.

No.

Collin es mi mejor amigo y no le haría eso. Aunque estaba siendo cínico porque aun así lo hacía. Miraba a su hermana pequeña como más que una amiga.

Le dí su primer beso.

Recuerdo cuando dormíamos en unas tiendas de campaña encima de la cama elástica que había en la casa del bosque, mirábamos las estrellas y ella me contaba historias.

Como leíamos por horas escondidos en las habitaciones o los balcones en las fiestas familiares.

Como en cada vez que iba a ver a Collin y pasaba embelesado con cada movimiento que hacía, cada vez que iba a hablar con nosotros o con su hermano.

En realidad los años de diferencia, talvez por un lado eran bastantes, pero siento que él no estaba haciendo nada malo, solo estaba atraído y le gustaba una chica.

La edad, el porte, el color de tez o la marca de su ropa, la clase social que tenía, la casa que tenía.

No importaban.

Se fue ese mismo día en la tarde.

No hable con nadie de mi casa, solo Murdo cuando me traía bocadillos.

Mi padre tuvo un viaje de trabajo.

Mi madre arreglando el inventario de sus clases en el instituto y la universidad estatal, y arreglando cosas con su editora.

Kassandra estaba viendo la instalación de su boutique acá en la ciudad, inicio su vida como diseñadora. Hacía desfiles cada temporada, tengo dos trajes gracias a ella.

Antoine se paso dos días afuera por su último de año de Sociedad y Economía.

Y de nuevo vuelvo a la aburrida clase de economía empresarial. Collin esta a mi lado contestando a todo, es el mejor de la clase, aunque la mayoría lo mira mal.

Algo que no debió ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora