Octubre es el mes en que el velo que separa a las dimensiones es más fino y es posible llegar a otros mundos; es cuando las musas de los okami fickers se reúnen entorno a una fogata disfrutando de la fresca brisa otoñal, toman una taza de chocolate...
Ficotber 2021 Crónica de un amor inolvidable. Segundo acto-Pétalos
Los personajes de Sakura Card Captor no nos pertenecen, la historia que a continuación leerán, es obra de AnisMoonMaaker. No se permite reproducción o "adaptación" de ningún tipo, para otros fandoms.
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El sonido de la alarma me despierta y sin abrir los ojos trato de alcanzar el celular del buró para apagarla, sin levantarme de la cama lo desbloqueo y me doy cuenta de las quince llamadas perdidas de Tomoyo y sus incontables mensajes. Su reacción es por mi repentina escapada de la fiesta y de mi inevitable reencuentro con Syaoran, esto es un completo desastre, tengo que decirle la verdad a ella antes de que me vuelva loca con mis propios pensamientos. El solo recordar, me revuelve el estómago a pesar de que puede ser una falsa alarma, me levanto rápidamente para llegar al baño a tiempo, las náuseas matutinas han comenzado.
Al terminar, lavo mi cara y veo mi reflejo en el espejo; debajo de mis ojos unas espantosas y notorias ojeras por haber llorado hasta quedar dormida han aparecido, anoche huí despavorida y dejé atrás mi orgullo, no debió ser así, ser sincera solo me llevó a arruinar lo poco que quedaba de mi felicidad... quizás debí fingir frente a él, así no me sentiría tan indefensa. En mi mente, aún prevalece la imagen nítida de Syaoran, y en mi cuerpo la calidez de su abrazo, mi corazón late fuertemente al traer esos momentos de nuevo a mi cabeza, pero no puedo permitirme sentirlo, todo ha llegado a su fin y debo aprender a vivir con ello, por mí y por mi bebé.
Convencida de animarme, voy a la cocina para buscar algo que desayunar deseando que mi estómago no lo rechace grande es mi decepción al ver que la nevera está casi vacía y en la alacena solo hay fideos instantáneos. Intuyo que no es lo más viable y sano en mi condición así que deberé buscar algo en la tienda o pedir por medio de una aplicación. Me regreso por mi celular a la habitación y hay una llamada entrante y es nada más y nada menos que Tomoyo.
—Hol...
—¡¿Por qué no respondes el celular?! —Su grito hace que aleje la bocina del celular de mi oído. Está muy molesta—. Y si ya despertaste, ¿por qué no me llamaste? Sabes estuve muy preocupada, desapareciste de la nada y yo sin saber de ti, pensé que algo malo te había pasado —habla sin parar—. Afortunadamente, Syaoran me dijo que te fuiste porque te sentías mal, ¿estás bien? ¿Te duele algo? ¿Estás enferma?
—Perdón —respondo sintiéndome avergonzada, sé que su reacción es por la preocupación que le causé—. Recién me levanté y por eso apenas leí tus mensajes.
—¿Por qué te fuiste? Ayer que vi a Syaoran parecía que...
—Estoy embarazada —escupo la verdad y un prolongado silencio se forma entre las dos. Eso me está matando—. ¿Tomoyo?
—¿Estás en tu casa? —Su tono de voz es sereno—. ¿Ya desayunaste?
