30. Sammenheng

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Fictober 2021

Lazo de fuego y vida

Esta historia está basada en los personajes de Sakura Card Captor. Los personajes no nos pertenecen, pero si los originales que vayan transitando a través de esta historia que a continuación leerán y es obra de CherryLeeUp. No se permite reproducción o adaptación de ningún tipo.

Capítulo 3
Sammenheng


Mis ojos se abrieron lentamente y se encontraron con el tranquilo resplandor de una fogata que ahuyentaba la oscuridad. ¿Cuánto había pasado desde la última vez que había dormido... bien? Posiblemente años, pero, más importante que eso era... Palpé mis mejillas y después observé en mis dedos esa humedad que me llenó el corazón de una pesarosa culpa y nostalgia.

Tiempo atrás había llegado a una especie de comunión con mis pesadillas, al punto de no sentirlas y olvidarlas al despertar. Pero mi llanto noctámbulo no había sido provocado por un mal sueño, sino más bien por un recuerdo. Y no, no habían sido memorias de aquella noche carmesí o de lo que vino después; había sido una tierna escena de mi infancia, tan clara y tan pura que parecía irreal.

Y aunque fuera estúpido, aunque estuviera actuando como una niña ilusa, cerré mis ojos queriendo retener con todas mis fuerzas sus sonrisas y sus voces, para que no regresaran a aquel baúl donde había encarcelado a mi yo inocente.

Ella no debía salir de allí, no había manera en que viera de nuevo la luz porque interferiría con mi misión de vida. ¿Una guerrera con remordimientos? ¡Ja! Me matarían en cuestión de segundos si dudaba entre sus vidas y la mía. Pero mis padres... mis padres no merecían el olvido al cual los había sometido.

Nuevas lágrimas brotaron, junto con una sonrisa al convocar de nuevo ese recuerdo que había revivido la voz de papá, narrando mi historia favorita. El sammenheng... el Lazo de Fuego y Vida. Mi tesoro en la infancia, que se había convertido en la desgraciada llave que amenazaba con liberar a esa Sakura que debía mantener oculta a toda costa.

Todo por culpa de los hermanos Li... o más bien, del mayor.

Negué con la cabeza, tratando de olvidar la maldita estupidez que me había estado acosando desde que volvimos a vernos, ¡¿cómo diablos podía creer que entre ese muchacho y yo podía existir el sammenheng?! ¡Estaba siendo absurda! ¡Era una fantasía!

«Encerrada con doble llave debes estar, necia soñadora».

―¿Estás despierta?

Me tensé en mi sitio al escuchar la voz de quien se había vuelto la personificación de mis problemas, justo a mi espalda.

Con la manga de mi camisa, limpié toda señal de lágrimas y me levanté con cuidado de no darle la cara todavía, fingiendo que daba una mirada a nuestro alrededor. El pequeño campamento estaba sumido en un silencio tranquilo, interrumpido únicamente por los chasquidos de la leña. Los tres niños que habían formado una especie de trinidad dormían juntos, y aun lado, apoyado en un árbol, estaba el enorme pelirrojo que abrazaba con protección a su mujer.

―¿Descansaste algo? ―En silencio, asentí―. Me alegra, en verdad parecías agotada.

―Llevaba más de veinticuatro horas sin dormir, ¿qué esperabas? ―me justifiqué y por fin le di la cara, esbozando un gesto de fastidio―. ¿Y adivina quién fue el responsable?

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