"Enamorada de un fuckboy"

CAPITULO 10 (Parte 1)

Narra Eva.

Hugo me llevó a casa ese mismo domingo.

-Para en la esquina mejor.- Le dije.

-¿Segura?

-Si, no sé dónde estará tu hermana pero no quiero más problemas con ella.

-Está bien, intentaré hablar con ella esta noche por teléfono.

Hugo estacionó la moto en la esquina de mi calle.

Bajo de ella y cogió el casco que le dí para guardarlo en el pequeño maletero que tenía detrás.

Se apoyó y con uno de sus brazos rodeado por mi cintura me acerco más a él.

Nos dimos un beso de esos que no querías que acabara.

-Paso a por ti mañana? - Me dice con la voz ronca.

-No sé si será.

-Oh venga nena, pararé en la otra calle de la universidad para que no nos vean llegar juntos.

-Esta bien, pero no vengas tarde.

-Nooo.

-Mándame un mensaje cuando llegues a casa por favor. -Dije temiendo que condujese la moto como si fuese a pasar lo mismo que en mis pesadillas.

-Tranquila.

Me volvió a besar y me encaminé hacia mi portal.

No escuche el motor de la moto hasta ya entrada en el portal.

Al llegar al piso, sólo se encontraba Mai en la cocina haciendo la cena.

-Pensaba que esta noche también cenaba sola. ¿Cómo estás cariño?

-Hola, bien y Sam?

-Se fue con Fla y no ha aparecido por aquí, pero ha dicho que no vendría a dormir.

-Ah

-Oye cielo, ¿estás segura de estar con Hugo?

-No lo sé, pero le quiero.

-Lo sé y creo que él también. Sólo que Sam tiene miedo de que te haga daño.

-Y no ha pensado que quizás su hermano tiene dolor guardado.

-Últimamente Sam se ha rendido con Hugo.

-Es su hermano Mai.

-Lo sé pero, desde que está con Fla no sé. Mira si estas segura y os queréis y te cuida me alegro por vosotros y apoyó la decisión.

-Gracias Mai.

-Cenas conmigo o ya cenaste con él?

-Ceno contigo.

En eso me llegó un mensaje, pensaba que era Hugo pero era mi madre.

-Cariño, ¿vendrás este fin de semana?

-No sé si podré ir, tengo mucho que hacer.

-Esta bien hija, pero queremos verte.

-Si, lo sé. Hablamos mamá que voy a cenar.

-Vale cielo, cuídate, te quiero.

Venirme a estudiar aquí a Madrid no hizo que me olvidase de que hace casi un año perdiese a una de las personas más importantes de mi vida y por algo aún sentía cierto anhelo al lugar dónde nos vio crecer a ambos pero, el problema es que no quería ir a Galicia no sabiendo que las personas importantes que me quedaban me habían fallado también.