CAPÍTULO 15.

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Narra Eva

Era un viernes por la noche y aunque Sam, Mai y las chicas me habían insistido toda la semana en salir esta noche de fiesta y arrasar con todo el alcohol y con la pista de la discoteca me había negado.

Desde lo ocurrido con Hugo apenas tenía ánimos de nada, me levantaba sin ganas apagando de malhumor la alarma del móvil, cogía lo primero del armario ya no me importaba la ropa que llevase, ni el maquillaje ni mucho menos si el pelo estaba cepillado o no.

Salía corriendo a la universidad porque iba con el tiempo justo y ya no pasaban por mí.

En las clases apenas atendía, mi mente estaba en otro mundo y las clases no es que fuesen interesantes pero en el último lugar que quería estar era en una habitación con mucha gente alrededor murmurando cada vez que pasaba por su lado y girándose para mirarme en clase con cara de apenados.

En la clase que compartía con él me ponía lo suficientemente lejos de él,incluso intentaba llegar de las primeras para sentarme en primera fila y así no saber si me miraba o no.

Pero joder, era su puta mirada, era él y sabía perfectamente cuando tenía la mirada clavada en mi porque cada vez que eso pasaba un escalofrío recorria todo mi cuerpo.

Y al acabar las clases apenas esperaba a nadie cómo había tenido costumbre ni siquiera a Anne como solíamos hacer antes de que Hugo llegase a destruir mi vida.

El recorrido a casa lo hacía con mis auriculares y cualquier canción que iba reproduciendo aleatoriamente en mi lista "El amor es una mierda" en Spotify.

Tenía diferentes listas según mi estado de ánimo y ahora estaba en una etapa entre el odio y la tristeza.

Estaba tumbada en la cama con el pijama ya puesto, las chicas se habían ido hace rato ya , no había probado nada del plato que Mai no se había molestado en hacerme antes de irse de fiesta.

En la televisión estaba viendo una de esas tantas películas de romance de Netflix, quizás era un poco masoca ver cómo la gente se enamora,se rompe pero sabes que se quieren y al final acaban juntos y felices.

Siempre idealizan tanto las películas que luego en la realidad no pasaba absolutamente nada de eso.

Ni el amor de tu vida te robaba el wifi para poder hablar contigo y acabar juntos.

Ni siquiera llegabas a la universidad, te quedabas sin habitación y el amigo del novio de tu amiga se ofrecía a que vivieses en su casa para luego acabar juntos también.

Mi historia era más parecida al libro y película en la que una chica que llega nueva a la universidad se empieza a enamorar del tío más desagradable y al final acaba sabiendo que era una simple apuesta.

La diferencia es que ellos acaban juntos y Hugo y yo, simplemente yo no puedo estar en un mismo lugar que Hugo porque ahora mismo me arde todo incluso hasta tal punto de ahogarme y crear ansiedad de todo el daño que me ha causado.

Mi móvil suena en la mesita, un mensaje acaba de llegarme, apenas encuentro las fuerzas suficientes para coger el móvil y saber quién me ha hablado.

Pero luego pienso que la última llamada que me hizo mi hermano no llegó  a cogérsela y es una de las cosas que siempre me arrepentiré y que la persona que me busque quizás lo haga por algo importante o urgente.

Esa soy yo, puedo estar hundida pero me importa más mi gente que yo misma.

-Chat Anne-

-A: Eva, puedes venir a buscarme?

-E: ¿Dónde estás?

Me pasa la dirección y aunque he de decir que me resulta conocida encuentro las fuerzas necesarias para levantarme al fin de la cama y coger un vaquero y una sudadera del armario.

"Enamorada de un fuckboy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora