"Enamorada de un fuckboy"

Capítulo 18 (Primera parte)

Narra Eva.

-Hugo: ¡QUE NO ENTIENDES QUE ÉL NO QUIERE SER TU AMIGO!

-Eva: ¿Y ENTONCES QUÉ QUIERE?

-Hugo: Joder Eva es muy obvio, METERSE EN TUS PUTAS BRAGAS Y FOLLARTE!

-Eva: ¿Confías en mí?

-Hugo: En ti si. En quiénes no confío son en ellos.

-Eva: Pues parece que en mí tampoco confías.

Cojo mi bolso e intento salir de la habitación digo intento porque me giró de nuevo hacia Hugo.

-Eva: Tu puedes coquetear con la nueva pero yo no puedo tener una conversación con alguien. ¡ERES UN PUTO CELOSO DE MIERDA!

-Hugo: ¡Por dios! Otra vez. NO HE COQUETEADO CON NADIE MENOS CON LA NUEVA.

-Eva: Qué extraño ¿no? Me da la sensación que te comportas con ella igual que cuando llegué a Madrid. ¡No soy la única que lo ha visto! 

-Hugo: ¡SABES QUE NO RECUERDO COMO TE CONOCI!

-Eva: ¿¡Pero eso te da derecho a coquetear con las nuevas!? Sabes que Hugo ¡VETE A LA MIERDA, TU, TUS COQUETEOS Y LA NUEVA, QUE OS DEN!

Había pasado casi medio año desde el accidente de Hugo.

Y aunque a los pocos meses comenzamos a tener una relación sin que Hugo recordase nada, actuaba muy a la defensiva cuando algunos de sus actos me recordaba al Hugo que en su día me rompió el corazón.

                          ****

Había tenido varios exámenes hoy, estaba saliendo del último y ahora me encaminaba a la última clase que tenía esta semana.

Aunque había estudiado lo suficiente para aprobar, mi mente había estado recordando una y otra vez la discusión que había tenido con Hugo esta mañana.

Ahora mismo no sé en qué punto nos encontrábamos.

No podíamos mentir, nos queríamos pero para ambos era difícil saber que uno de los dos no sabía la historia entera de nuestro amor.

Y es que a veces incluso queriendo a dicha persona no puedes estar con él, porque no acabáis de entender.

Eso me pasaba un poco con Hugo, el problema es que teníamos una adicción un poco insana, insana porque después de discutir hacíamos el amor sin solucionar los problemas. Porque sabíamos que en el paraíso las cosas no iban bien e íbamos sumando más problemas. 

Siempre había sido complicado desengancharte de una droga cuando tú adicción era superior,esto es lo que llegaba a pasarme con Hugo.

Mi adicción por él era tan elevada que era imposible de desengancharme de él.

Mi teléfono suena es un número desconocido, decido pasar, a estas horas tiene que ser alguna compañía de teléfono o un vendedor de cualquier gilipollez y la verdad hoy no era el día para contestar amablemente con monótonos.

Pero durante la última clase el teléfono no paró de vibrar en mi mochila por lo que cuando salí de la universidad tenía cientos de llamadas de ese número, cosa que me extrañó bastante.

El número vuelve a salir en pantalla, ahora asustada decidí contestar.

-Eva: ¿Si? -Dije cogiendo la llamada.