CAPITULO 11.

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Narra Eva.

-Deberías venir Eva. -Me dice en la otra línea de la llamada mi primo.

Dentro de una semana se celebrará un año desde que Lucas no está.

Y dentro de un mes será navidad, la segunda navidad sin él. Tuvo la maldita suerte de irse justo un mes antes de navidad.

-Tengo exámenes Toni. -Le dije a mi primo.

Y era cierto estaba de exámenes y tenía bastantes exposiciones.

Ni si quiera me apetecía rodearme de gente conocida de mi hermano para lamentar la perdida de nuevo.

Ya pasé por eso y no podía volver a pasar.

Aún recuerdo perfectamente el día que nos despedimos de él, una multitud de gente nos arropó, familiares y amigos y conocidos de Lucas que ni si quiera yo conocía.

Me acuerdo de Eli, su novia, no se movió de mi lado, aquella chica de cabellos rubios y mirada verde que siempre iba formalmente preciosa ese día iba de negro, su mirada era cristalina y sus ojos de un color rojo escondidos por unas simples gafas de sol.

Eli y Lucas siempre habían sido el uno para el otro, a pesar de que viniesen de mundos completamente distintos, a pesar de la diferencia de gustos y personalidades, siempre fueron uno.

Incluso Eli le perdonó las miles de putadas que hizo en los últimos meses por amor, como le perdone yo o mis padres.

Desde ese día no volví a verla.

Siempre imaginé que una vez se graduasen, tuviesen un trabajo digno, se casarían, se irían a vivir juntos a una casa con césped tal como quería Eli y con una piscina tal como quería Lucas para que fuese a menudo a verle. Y me darían muchos sobrinos los suficientes para brindarles todo el amor que tendría.

Pero ya no pasaría, nunca sería dama de honor en su boda o fiel testigo, nunca podría ir a visitarlo a su casa y contarle mis aventuras o simplemente comer, nunca podría ser tía ni cuñada por parte de él. Nunca volvería a verlo ni abrazarlo.

Mis pesadillas habían vuelto o quizás nunca se habían ido.

Pero ahora tenía más presente los últimos meses y el accidente y no eran iguales a los anteriores eran más tenebrosos.

Mai no sabía que hacer ya y Sam consiguió dirigirme la palabra porque se sentía preocupada por mis terrores nocturnos.

Sólo se ausentaba si dormía con Hugo, es como si él fuese capaz de ahuyentar todas mis pesadillas.

-Estoy abajo. -Vi el mensaje entrante.

Eran las 7:30 de la mañana de un viernes.

La semana había sido agotadora entre exámenes, trabajos y exposiciones.

No me arrepentía de lo que había elegido para estudiar pero mi cerebro en cualquier momento iba a explotar y mi dolor de cabeza cada vez era más intenso.

-Hola preciosa. -Dijo el chico que hasta hace un mes me había robado el corazón.

Cuando salí del portal estaba apoyado con sus gafas de sol en su BMW rojo.

Sus cabellos rubios estaban algo despeinado pero vestía especialmente bien con sus vaqueros negros y una camiseta blanca que hacía notable cada uno de sus músculos y tatuajes.

Él me había rodeado con uno de sus brazos mi cintura para acercarme más a él y había depositado un beso en mis labios.

-Hola cariño. -Le dije.

"Enamorada de un fuckboy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora