"Entre la vida y la muerte" +21 || COMPLETA, CORRIGIENDO.

CAPITULO 12

      El dolor nos invade, los recuerdos nos queman y la venganza nos alimenta.

Ahí estoy yo, parada al lado de Dorian mientras agito mi mano y me despido del chico que nos acaba de dejar en mi puerta.

Baker tuvo que irse por "motivos personales". A mí me parece que eso tiene el nombre de Eva. Pobre chico, ella lo está agotando, pero aun así se nota que la quiere bastante. Aunque, estando con nosotros, y dejando de lado su relación, haciendo todo esto, me hace desconfiar de mis puras creencias. Yo no tengo una visión muy amplia de cómo se construye una relación, pero tampoco soy tan ignorante.

¿Cansancio físico? Para nada, yo tengo cansancio mental. Todo esto hace que me apague bastante y lo único que desee en estos momentos es mi cama y una buena taza de chocolate. La briza helada me acaricia las mejillas y la punta de mi nariz.

El carro de Baker desaparece de mi vista y lo primero que hago es mirar de reojo a casa del señor Thomas. Mis dientes chocan rápidamente a causa de la temporada.

–"La necesidad de venganza es tan incapacitante como cualquier neurosis" –Dorian me miraba y yo analice la frase que acababa de citar. Encendió un cigarro que llego hasta la punta de sus labios proporcionándole una larga y pesada calada mientras me miraba.

Flashback

–Te condenare a toda una vida de sufrimiento en el infierno, perra –el hombre escupió a mi madre, ella estaba tirada en el piso, tenía una costilla rota a causa de las patadas que él le proporciono hace unos momentos.

Yo miraba a mi madre desde el rincón de la habitación, ella no lloraba ni bajaba la cabeza, es una mujer fuerte. Ya paso por tantas cosas, sin embargo, esto provoca dentro de mí una excesiva sed de venganza con él, Patt es su nombre.

Analice la habitación un par de veces, no hay mucho con lo que me pueda defender, solo una botella de whisky sobre la mesa de madera. Podría tomarla y estrellársela en la nuca, como lo he visto en las películas, sin embargo, eso no nos daría el suficiente tiempo para escarpar.

No sabemos si estamos varios metros por debajo de la tierra, o si estamos en lo más alto de un edificio. Podría llegar a noquearlo, pero no sé exactamente donde golpear para lograrlo, tampoco tengo la suficiente fuerza como para hacer tal cosa. Y si lo lograra, ¿cuánto tiempo tendría a mi favor? No conozco este lugar, mi madre está herida y no se puede levantar, si lo intento, ella podría utilizar su poca fuerza y ayudarme, pasado eso saldríamos del cuarto, pero ¿qué pasaría después? y ¿si todas las salidas tienen llave para no lograr salir? Mi cuerpo es pequeño y casi no tengo fuerza suficiente. Ya no puedo cargar el cuerpo de mi hermanita.

Mamá lo envolvió en una fea y sucia sabana que estaba sobre el colchón en mal estado. El olor de putrefacción de su cuerpo es inexplicable, pero podría decir que la carne podrida no se compara en nada como ese fuerte olor.

Heces fecales, cadaverina, sangre, sudor y semen.

El cuarto esta infestado de esos olores y comienza a afectarnos en el cuerpo, es como si poco a poco el aroma nos diera una invitación a caer en coma debido a ello. Lo que más anhelo ahora mismo es poder respirar aire nuevo. El otro hombre que viene de ves en cuanto nos saca por el pasillo y nos lleva a un baño para encerrarnos ahí y poder limpiar lo más que pueda el hoyo donde nos tienen.

–No soporto este olor –necesito distraerlo.

–¿Qué dijiste? –me miro de mala gana, lo interrumpí y eso le molesta mucho. No se ha rasurado la barba durante estos días, tenía una rodilla apoyada en el piso para inclinarse y seguir hablando con mi madre. Se puso de pie y vino hacia mi dirección–. ¿No soportas el olor?