CAPITULO 18

265 29 1
                                    


Las verdades pueden matar el alma.


"X Gon Give To" suena de fondo, Alan me a recostado boca abajo en una camilla de cuero negro, mi espalda esta desnuda frente a él. Él solo tararea la canción mientras que el sonido de la máquina de tatuar retumba en mis oídos, el dolor es cada vez más soportable. Pasa un trapo de vez en cuando sobre mi piel para limpiar el resto de la tinta. Ya han pasado unas dos horas, entonces creo que el tatuaje ya casi esta por terminado.

-Listo, ya puedes verlo -Alan me ayuda a pararme, el sudor de mi cuerpo se queda pegado al cuero.

Me lleva a un espejo donde aun sosteniendo mi sostén con una mano me dio media vuelta y giro mi cabeza para ver el resultado, mi boca forma una "o". Está muy bien trabajado, y tiene un acabo profesional.

-Gracias -miro a Alan, quien está limpiando todo.

-No agradezcas -sonríe sin mirarme.

-Alan.

-¿Si?

-Si hago algo, que ti te guste, ¿me regresarías el favor? -frunce sus cejas, aun no me mira y con la vista hacia las tintas me responde.

-¿De qué hablas?

-Ya lo dije -lo pensó un poco y ahora si dirigió su vista hacia mí.

-¿Qué tipo de favor?

-El que sea -yo seguía admirando el tatuaje mientras que de reojo lo espiaba.

-Mientras no sea droga, todo estará bien.

Bien hecho Leda, bien hecho.

Dejo caer mi sostén al piso y me dio la vuelva para estar frente a él, Alan se quitaba los guantes de las manos y los dejo caer al suelo al admirar mis dos pezones estimulados. De un momento a otro se acerca a mí, me toma del cabello y me jala hacia el uniendo nuestros labios en un beso desenfrenado, uno que en cuestión de segundos comenzó a mojar mis bragas.

***

Estamos sobre el mostrador de la entrada, él me está embistiendo de una forma ruda y sin detenerse, gruñe sobre mi cuerpo y de vez en cuando busca mis labios.

-¡Ah! -gimo, y no son gemidos fingidos, él en realidad está logrando excitarme a niveles que yo no podría experimentar más que con Dorian. Ambos tienen su forma de hacerlo y eso me mata por dentro.

Ya ha pasado una hora, empezamos a desnudarnos desde el cuatro donde me tatuó, sobre la camilla y la pared, después por el pequeño pasillo nos aventamos al suelo y lo monte dejándome llevar. Me tomo de las piernas haciéndome enrollarlas en su cintura, se levantó y de esa forma me sostuvo durante unos minutos. Pasamos a los sillones de espera y me detuve a hacerle un oral que no mentiré, lo disfrute bastante.

Al final volvió a cargarme y me puso sobre el mostrador.

-Carajo -gimió mientras mordía mis pezones.

-¿Ya vas a terminar?

-Estoy a punto de llegar -hablaba entre jadeos-, pero no soy un chico egoísta -saco su miembro erecto de mi interior e inclino la cabeza para regalarme un beso en los labios y luego en la frente.

-Abre las piernas -ordena

¿Quién desperdicia esta oportunidad? Porque yo no.

Las abro y él besa mis muslos mientras haciende y llega a mi punto sensible, lo acaricia un poco con el dedo pulgar y luego lo baja para introducirlo dentro de mí, sus movimientos son lentos y sensuales. Me mira mientras juega con su lengua en mi clítoris, saca los dedos y ahora mete la lengua haciendo que la respiración comience a fallarme, tomo su cabello con las palmas de mis manos y controlo sus movimientos, mientras más pasa el tiempo mi orgasmo se acerca.

"Entre la vida y la muerte" +21 || COMPLETA, CORRIGIENDO. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora