Kuroi Tsubasa

Capítulo 3.

Aquel que con sus oscuros rayos partía el cielo, con su luz iluminaba como el mismísimo sol. Su apariencia pocos conocen pues no muchos pueden comentar sobre su encuentro, pero un nombre lo ha acompañado desde su primera aparición, Kuroi tsubasa.

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Ambos chicos actualmente se encontraban caminando por los alrededores de un parque, pero la diabelsa parecía levemente distraida.

La hermosísima Akeno miraba fijamente la mano de su amigo, un pequeño rubor apareció ante cierto pensamiento, algo raro en la misma ya que las personas que la conozcan, pero que la conozcan realmente, dirían que aquello era difícil ya que ella no solía ser de las que se avergonzaran así de fácil, es más, por sus cercanos ella era considerada alguien atrevida y hasta aveces desvergonzada.

-Este helado también es rico, ¿no crees? -Goku preguntó sacando de sus pensamientos a su amigo.

Ya estaba atardeciendo y de hecho el sol lentamente se iba ocultando a la vez que algunas postes de luz se encendían automáticamente.

-¿H...huh? A...ah, sí, sí es muy delicioso -respondió la misma distraída.

-Lo sé, encontré esa heladería hace unos dos días, fue una gran sorpresa para mí al probarlo -siguió el chico sonriente para posteriormente dar una lamida al helado.

-Es como si luego de terminar las clases te dedicaras a buscar lugares con comida rica -habló divertida Akeno.

-Pues es así básicamente, no hay nada más que hacer por aquí -respondió Goku mirando el cielo con una sonrisa, pero luego su expresión cambió a una más seria.

-¿Y las tareas dejadas por los maestros? ¿haces esos? -preguntó Akeno burlona.

-... -Goku no respondió- En fin, fue un buen día, ¿no crees? -preguntó cambiando olímpicamente de tema, cosa que nuevamente volvió a hacer reír a la chica.

-Así es, fue bueno. Hace bastante tiempo que no me divertía así, fue algo tan... normal -mencionó la chica sonriendo tiernamente, no es como que su vida oculta y sobrenatural le molestara, sino que algunas veces algo normal nunca estaba de más.

-Ya veo, me alegra oír eso jeje -Goku mencionó rascando su nuca- Bien, será mejor que te acompañe a tu casa, no quisiera que algo te pase -dijo el muchacho con tranquilidad mientras Akeno se giraba a verlo de forma chibi con rostro confuso.

-Jujuju, ¿en verdad no sabes de lo que soy capaz Goku-kun? -preguntó divertida la chica.

-Recuerdo haberte dicho que sí, pero igual, pasar pasar algo más de tiempo a tu lado no está no me molestaría, ¿a ti sí? -preguntó Goku levantando la ceja a lo que la morena se exaltó.

-No, para nada, no me molesta -se apresuró en decir la chica con nervios.

-Además no sabemos cuando podremos volver a hacer algo como esto, ¿no? -susurró el muchacho confundiendo a la diablesa.

-Muchas, muchas veces ahora que por fin volvemos a eatar juntos -asombrando al peli-puntas la ojivioleta respondió y por mero impulso la misma sujeto la mano del muchacho entre las suyas.