Capítulo 5.

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Allí estaba el ángel caído Son Goku, sentado en un sofá carmesí en frente de uno de los mayores enemigos de su raza, los demonios.

Él podía sentirlo, el como todos estaban alerta ante cualquier movimiento suyo, bueno, casi todos pues Akeno se encontraba sentada al lado suyo con una gran sonrisa dando la sensación que en cualquier momento se iba a recostar en su hombro o abrazaría el brazo del chico.

-¿Y bien? ¿me podría decir por qué estoy aquí? -preguntó Goku con una pequeña sonrisa rascando su nuca con nervios.

-¿Quieres algo de té? -Akeno habló llamando la atención de Goku quien sonrió.

-Claro, me gustaría -respondió el chico viendo como su amiga se ponía de pie alegremente dirigiéndose a la cocina del club.

-"Espera, ¿tienen cocina aquí dentro? ¡es el mejor club!" -pensaba el caído asombrado.

-Bien, iré al grano, ¿qué hacías en mis territorios sin dar aviso? -preguntó la reina carmesí con tono y mirada seria.

La misma se encontraba sentada en un asiento detrás de un escritorio mientras la albina nekomata se encontraba sentada en el sofá al lado de Goku al lado del rubio caballero, a su vez el portador del booster gear estaba parado detrás del rey de la nobleza mirándolo como si de un niño se tratara.

Curiosamente aquella enviada de la Iglesia, la chica de pelos azules también se encontraba allí sentada en el sofá contrario a la de la torre y caballero vestida con el uniforme de la academia.

La misma lo miraba con mucha intensidad, cosa que lo ponía algo incómodo, pero decidió ignorarla sin más.

-Pues quería estudiar y oí que este era un buen lugar para eso luego de que se volvió mixto -respondió Goku con tranquilidad.

-¿Sabes que es una gran falta ingresar a los dominios de otros sin su permiso? -preguntó la Gremory cruzando sus piernas.

-Oh, ¿en serio? Entonces lo lamento mucho jaja -el joven caído se disculpó agachando la cabeza como un pequeño asentimiento de respeto.

La Gremory analizaba la actitud y comportamiento del joven a detalle, no parecía para nada intimidado por estar rodeado de tantos demonio, incluso de ella quien era considerada una diablesa de clase alta y heredera del clan Gremory.

-Pero no debería preocuparse mucho por eso Rias-san -volvió a hablar el chico mientras su expresión cambiaba a una más seria sin desaparecer su sonrisa.

La Gremory y los demás miembros de su nobleza abrieron los ojos levemente asombrados e interesados en saber el porqué.

-"¿Rias-san? ¿no está siendo algo confianzudo?" -pensó la pelirroja esbozando una pequeña sonrisa al notar como el caído comenzaba a soltarse más o eso creía ella- ¿Podrías explicar a qué te refieres con eso? -preguntó mientras cruzaba las pies bajo la atenta mirada de su peón.

-"¡Vaya piernas!" -se dijo a sí mismo el emperador rojo.

Goku miró a Rias a los ojos fijamente cosa que la misma imitó manteniendo su mirada firme y noble ante el caído.

Incluso el resto de su nobleza centró toda su atención en Goku, que aún no decía nada.

-No, no puedo -respondió Goku divertido al ver como como los demonios casi caían de espaldas por su respuesta- Pronto sabrá la razón, eso se lo aseguro -siguió confiado.

-Tus respuestas solo me dejan con más dudas, Son Goku -habló la reina carmesí sonriendo con molestia.

-Ara, ara. Parece que se están llevando bien juju -la Himejima mencionó notándose que cargaba una bandeja que cargaba unas cuantas tasas y dos platos con galletas.

Kuroi TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora