Capítulo 1.

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"Knock, knock" el llamado a una puerta resonó por cierto pasillo.

-Pasa -respondió la voz adulta de un hombre que se oía tranquila y relajada.

La persona del otro lado de la puerta no lo pensó mucho para abrirlo e ingresar dentro de aquella oficina elegante, pero desordenada.

-Oh, eres tu Goku -un hombre sentado detrás de un escritorio habló.

El mismo era un rubio que poseía mechones negros, ojos violetas, poca barba vestido con un traje formal color grisáceo con detalles negros, este hombre veía con una pequeña sonrisa al recién llegado que tenía la apariencia de un joven de no más de 19 años, cabellos negros en forma de palmera, ojos del mismo color vestido con un pantalón negro al igual que sus zapatos, camisa blanca sin abotonar el cuello y sin corbata con las manos en sus bolsillos soltando un pequeño suspiro.

-Debe ser serio como para que vengas tú mismo ¿qué pasa? -preguntó el hombre sentado notando la expresión del chico frente suyo que se acercó unos pasos.

-Malas noticias, Azazel-san -respondió el chico con seriedad causando que el nombrado Azazel también cambie levemente su expresión.

-Oh no -Azazel imitó al chico suspirando mientras dejaba caer el papel que sostenía en sus manos- Además de los enviados de la iglesia a la ciudad de Kuoh por alguna razón que aún no sé¿Qué más podría empeorar? -habló burlon sabiendo perfectamente que sí, todo podría empeorar.

-Es sobre ese asunto, sobre él. Las sospechas que teníamos... se están confirmando -habló el chico con leve pesar.

-Supongo que era cuestión de tiempo, ese chico no soporta algo como la paz, es un luchador nato, al igual que tú, Goku -habló el líder de los ángeles caídos cruzando sus dedos sobre su escritorio- Esto confirma también que fue buena idea dejar que lo vigiles de cerca, tuve razón y perdiste la apuesta -decía Azazel muy divertido.

-¡Azazel-san esto es serio! -exclamó Goku con molestia en su rostro.

-¿Acaso no quieres pagar la apuesta que perdiste? -preguntó burlón el rubio causando un leve tic en un chibi Goku- Como sea, en todo caso solo nos queda vigilarlo de cerca, él te ofreció algo, ¿no es así? -preguntó Azazel tensando a Goku, siempre fue fácil ver a través de este chico, bueno, el lo crío por un tiempo después de todo.

-Sí, lo hizo -fue la breve respuesta del joven causando que su líder cierre los ojos.

-Kokabiel, ese tipo también se está moviendo, si llegase a hacer alguna locura lo mandaría a él para que lo detenga, supongo que lo que sea que hará, lo hará luego y supongo que ya sabes que hacer -habló con tono frío tensando a Goku- Te diría que lo cuides y lo vigiles, pero ambos son imprudentes en su accionar -habló más tranquilo asombrando levemente a Goku- Solo sé cuidadoso, ¿sí? -el caído sonrió con honestidad.

-Entonces... -Goku abrió sos ojos en sorpresa.

-Haz lo que creas correcto, Goku -terminó algo cansado, todos estos temas le estaban causando un dolor de cabeza tremendo- Creo que debería ir a ese lugar luego de todo este embrollo de las tres facciones -mencionó rascando su cabellera rubia.

-Gracias Azazel-san -el peli-puntas agradeció con sinceridad.

-Bien, hasta que ese momento llegue sigue con tu actual misión -habló el líder de los caídos con una pequeña sonrisa.

-Sí, eso haré, nos vemos luego -dijo para luego realizar una pequeña reverencia y salir de aquella habitación.

Goku caminaba por aquellos pasillos tan elegantes teniendo sus manos en sus bolsillos, analizando su situación y los pasos a tomar en esta situación. Por lógica esto era lo que iba a ocurrir y Azazel tuvo razón todo el tiempo, solo que quería tener algo de fe en su mejor amigo.

Kuroi TsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora