Capítulo 15.

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El séquito de Rias estaba abatido, no había otra palabra para definir su actual estado emocional y físico.

Fueron vapuleados ya dos veces por la misma persona, el que peor condición mental se encontraba era el emperador Dragón Rojo.

¿Qué podía hacer?

¿Cómo podía superar a ese sujeto?

¡Era demasiado poderoso!

Incluso con el balance breaker no pudo hacerle frente, Koneko fue llevada por él sin poder hacer nada. Su ama ahora ya no depositaria su fe en él.

Se sentía un completo inútil. ¿De qué servía poseer a uno de los dragones celestiales si terminaría abrumado de esa forma?

Lo peor de todo era que la pelea fue justa en todo sentido, no hubo alguna trampa, no hubo algún hechizo que le ponga en desventaja. Simplemente perdió contra la fuerza absoluta de Son Goku, el traidor de Grigori.

En menos de dos minutos él ya estaba acabado, usando toda su fuerza, toda la capacidad de su cuerpo y aún así fue inútil.

"¡Pum!"

La pared se quebró cuando fue golpeada por el castaño lleno de frustración.

La Gremory no estaba mejor, Koneko fue tomada literalmente de sus brazos para serle arrebatada con tanta facilidad. Recordó su sonrisa amable cuando le arrojó las lagrimas de fénix cosa que la hizo sentir peor aún.

Lastima, le tuvo lástima a él y su peón.

Perdió a su torre.

Akeno miró aquello con neutralidad. No había algo que pudiera decirles sin mentir, no existía algo útil en sus palabras para animar a esos demonios devastados por una sola persona.

Rias le contó todo, Goku había aparecido nuevamente para ayudar a la hermana de Koneko, una demonio renegada de clase sss.

Su corazón se estrujó ante aquella idea. ¿Tan pronto la había reemplazado?

Se preguntó si él lo estaba haciendo a propósito, si de verdad quería acabar con ella emocionalmente o simplemente mal interpretaba todo.

Un mareó repentino le llegó una vez más retirándose del lugar con disimulo.

Nuevamente estaba en el baño vomitando con su piel pálida, perdió mucho del color brillante de sus mejillas.

Respiraba agitadamente negándose a la posibilidad que rondaba por su cabeza, no quería, rogaba que no fuera aquello que se imaginaba.

Cayó sentada en el piso mirando el techo iluminado por la luz artificial de los focos.

-"Goku..."

Anhelaba volver a verlo para afrontarlo una vez más.

issei miró con pesar a su ama.

-¿Qué haremos buchou? -se ánimo a preguntar con tono bajo.

-No hay nada que hacer, no podemos rastrear a Koneko, ya lo intenté y fue inútil -dijo pasando su mano por su cabellera carmesí.

-Tienen a una maga muy poderosa de su lado entonces -murmuró Kiba entrecerrando sus ojos.

Ambos caballeros se mantenían al margen de la conversación pues ni siquiera estuvieron presentes en el secuestro algo que ambos se reprochaban.

.

Le Fay ya había colocado sellos restrictivos a la diablesa de pelo blanco anulando muchas de sus capacidades mágicas, Kuroka también de parte de su senjutsu.

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