Fragmento de fetiche II

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No es noticia vieja que la vida me esta dando una putizota y entre tanto drama, no puedo escribir, así que estoy reciclando este fragmento que encontré ayer que estaba haciendo un respaldo de mis historias para cuando a Wattpad se le antoje borrarlas sin explicación alguna.

Este pedacito estaba planeado para la segunda parte de Fetiche, pero como no me gustaba hacia donde se estaba dirigiendo todo, decidí empezar de nuevo. No suelo guardar lo que no me gusta para que el rezago de ideas no me atormente, pero este sobrevivió y creo que solo por eso merece ser publicado tal y como esta.

No es una historia, no inicia y no concluye porque pues esta incompleto jsjs pero equis.

Disfruten.

Si tuviese que ponerle un nombre, seria "Consentimiento", o algún nombre de los que yo suelo poner...

*

Miguel ha conseguido superar con bastante facilidad la vergüenza inicial de sus gustos culposos en la cama, en realidad, la confianza y accesibilidad de Hiro resulto ser tal, que al moreno no le costó demasiado comenzar a pedir nuevas cosas, de alguna manera, el pelinegro lo hacía todo más sencillo, no trataba sus conversaciones de sexo como temas tabúes o tonterías raras sin sentido, aunque ambos deben admitir que a veces, las cosas que Miguel pide son un tanto, curiosas.

Miguel jamás encontraría placer en lastimar, humillar o degradar a Hiro de algún modo, así que esas cosas siempre han estado descartadas, lo suficiente como para nunca entrar en la mesa al momento de tener una conversación así. El musico ha podido manejar bien el tema de la vergüenza ante sus peticiones, ya que a su novio no parece causarle inconveniente de ningún tipo escucharle, algunas cosas las hacen en la cotidianidad de sus encuentros, y otras tantas no.

Hiro no es de los chicos que ceden solo porque si, por lo que Miguel tiene la seguridad de que, si los dos están haciendo algo, es porque ambos han querido hacerlo, el japonés es claro ante situaciones de si o no.

"-Puedes tocarme aquí, pero ten cuidado con obsesionarte demasiado en esta parte, es incómodo para mí."

"-Lo intentaremos rápido, pero si no me gusta te voy a pedir que pares."

De cualquier manera, él siempre va despacio con Hiro, aunque al pelinegro le guste bromear con Miguel sobre esa cosa de que, al parecer, es demasiado, demasiado, demasiado pero demasiado atento durante el sexo, no sabe en qué otras palabra es posible decirlo, en realidad, atento no suena nada mal, si le preguntan a él.

Si Hiro es bueno marcando sus límites, aunque casi no tenga, bueno, Miguel es el rey de preguntar por esos límites, pero por más que haya tratado de contradecir las palabras de su lindo y necio novio, al parecer, tiene razón.

Miguel pregunta demasiado.

Como sea, no se arrepiente de preguntar en ningún momento si es que Hiro se siente cómodo con algo, si está a gusto con la postura, si le está gustando o preferiría parar, ser atento durante el sexo no es un crimen, además de que su novio no es precisamente la persona más sana en su lista de conocidos, mantenerse a la vanguardia de lo que pueda pasar nunca es exagerar, nunca.

No cuando Hiro tiene asma, dolor constante en una pierna, una muñeca, migrañas, alergias y el mismo clima le tiene jurada la guerra a muerte, ¿cómo podría siquiera pensar en bajar la guardia? Es imposible. Está seguro de que solo es cuestión de parpadear para que el pelinegro desarrolle alguna nueva alergia al látex, al lubricante o al mismo Miguel.

"Buffet" Fictober,2021 [[Higuel]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora