"Buffet" Fictober,2021 [[Higuel]]

"Varado"

Hiro no llevaría mas de tres meses viviendo en la ciudad cuando su motocicleta decidió fallar a mitad de la carretera un miércoles por la noche después de salir del trabajo.

Nadie dijo que la vida de foráneo era sencilla.

Uno pensaría que siendo un reconocido genio de la robótica un simple problemita con la motocicleta no era gran cosa, pero la verdad, la verdad era que Hiro se había pasado los mismos tres meses que llevaba viviendo ahí extendiendo la vida de su pobre motocicleta tanto como pudiese hacerlo, a pesar de que casi podría escucharla agonizar cada vez que arrancaba el motor o hacia ese lamentable sonido por el escape.

Estaba profundamente comprometido con ella, así que repararla por si mismo era un conflicto de intereses que comenzaba a cegar su buen juicio con respecto al diagnostico de la pobre motocicleta, y recurrir a un taller especializado solo había sido una patada en el trasero por las constantes miradas de tristeza y resignación sobre ella.

Hiro seguía llevándola a pesar de todo, tratando de hacerla funcionar contra todo pronostico.

Finalmente las probabilidades le alcanzaron y su confiable motocicleta dejo de funcionar.

Casi puede ver al dueño del taller repitiéndole con su voz que desprendía lastima y pena que fuese pensando en conseguir una motocicleta nueva antes de que terminase el mes o comenzaría a tomar el autobús.

Ni siquiera un genio en la robótica salvaría de su destino a la pobre maquinaria vieja pintada de verde menta en tonos pastel y corte italiano, piezas demasiado antiguas que no se podían y no merecían la pena reponer, Hiro lo sabia, lo sabia perfectamente, y aun así continuaba arrastrando la maldita cosa por la carretera de vuelta al taller cada vez.

Negándose a dejar morir a su pobre compañera de carretera.

-No voy a abandonarte aquí. -Hiro no era de esos locos que le ponen nombre a los objetos, pero si era de esos locos que le habla a los objetos y los quiere como si fueran personas, suele decir que son mucho mejor compañía y mas fáciles de comprender que la gente en si.

Podría tener razón.

Tenia suficiente tiempo para pensarlo mientras regresaba sobre sus pasos y dejaba su pobre motocicleta en el garaje del lugar donde trabajaba antes de comenzar a pensar que hacer, así, una vez cerro la puerta con candado y se aseguro de que todo estaba en orden dentro, inicio la elaboración de su plan.

Que consistía en descartar ideas al azar hasta que se le ocurriera una lo suficientemente buena como para funcionar.

El servicio de taxi no solo dejaba de trabajar después de las dos de la mañana, si no que no llegaba a las malditas afueras de la ciudad donde estaba, y pedir un aventón hasta la próxima estación de autobús era prácticamente una invitación a amanecer al día siguiente en una bañera repleta de hielo en un cuarto de motel de un lugar desconocido sin un maldito riñón.

Además de que el autobús dejaba de pasar después de la media noche.

La primera idea buena de Hiro llego después de un par de minutos, busco entre los contactos de su teléfono por el numero de Kyle y se decidió a llamar, el era su único amigo en la ciudad, en realidad, su único amigo, y siempre parecía estar ahí para cuando le necesitaba.

Excepto esa noche.

Esa noche Hiro podía irse al carajo.

Bastaron cinco intentos mas después del primero para que Hiro entendiera que Kyle no contestaría. Ni siquiera estaba molesto, solo preocupado, Kyle siempre le respondía, esperaba que no fuese nada malo y no se tratara de otra pelea como las que suele tener y tal vez solo hubiese estado ocupado o distraído o cualquier situación que implicase a su amigo estando bien.