☠️Apocalypse☠️

☠️Capítulo 1☠️

Pov Jisung

Entramos silenciosamente en aquella casa de un piso un poco alejada de la ciudad y entre los árboles, era simple, abrir la puerta, hacer ruido en el marco, esperar a que alguna de esas cosas salga y meterle un cuchillazo a su cabeza en caso de que si hubiese alguno dentro. Para nuestra suerte nada salió, pero de igual forma debíamos tener cuidado, alguno podría estar atrapado o encerrado en las habitaciones.

Revisamos la casa al derecho y al revés, no había nadie. Nos reunimos en la cocina y comenzamos a buscar comida en cajones y alacenas, luego fui al baño donde podría haber cualquier tipo de analgésico o vendas que podamos usar más adelante.

Luego de buscar nos juntamos en la sala de estar.

ㅡ¿Encontraste algo útil?ㅡ me preguntó mi mejor amigo.

ㅡNada, solo unas cuantas vendas y unas pastillas para el dolor de cabeza ¿Y tú?

ㅡUnas latas de fruta en conserva que estaban escondidas en un hoyo en la pared detrás de la nevera y... Esto.

Sacó detrás de él una caja de pizza de las que vendían en los supermercados para comer en casa.

ㅡ¿Le viste la fecha de vencimiento?

ㅡ¿Qué tan malo podría ser?ㅡ Felix comenzó a abrirla y cuando lo hizo, un olor fétido inundó la habitación, mi amigo arrugó la cara por el asco y lo lanzó al suelo.

Reí.

ㅡEra obvio, estúpido ¿Cuánto ha pasado ya?

ㅡMaldita sea, un año, cinco meses y veintiún días

Desde ese día en la universidad, cuando todo comenzó, Felix comenzó a llevar la cuenta, decía que cuando todo acabara y la gente hablara de esto a las futuras generaciones debían saber cuanto tiempo duró esta pesadilla.

ㅡEntonces hace un año, cinco meses y veintiún días que eso lleva pudriéndose ¿Realmente no pensaste en eso?

ㅡA diferencia de ti, yo si tenía feㅡ hizo un puchero y movió la caja con el pie haciendo que saliera más olor fétido de ahí.

ㅡOh por favor, deja de hacer eso, que asco.

ㅡ¿Pasaremos la noche aquí?

ㅡSi, ya es tarde y si nos vamos corremos el riesgo de que se oscuresca y no hayamos encontrado otro lugar, ven y ayudame a cerrar todo.

Mientras Felix aseguraba las ventanas, yo ponía alambres de púas entre los árboles en un radio de unos diez metros fuera de la casa y colgaba latas con hilo para que hicieran ruido en caso de que alguien se acercara a nosotros, fuera muerto o no.

A lo lejos escuché una rama romperse, mis alarmas automáticamente me hicieron mirar hacia todos lados, podría ser cualquier cosa, hasta algún conejo que podríamos cazar para comer. Nunca me gustó matar animales pero era una situación de vida o muerte, Felix y yo intentabamos comer la menor cantidad de animales posible pero cuando pasaban días y no encontrábamos comida debíamos cazar aunque no nos gustara hacerlo.