Fue un día normal como cualquiera, pero nadie sabía que se convertiría en el inicio de una de sus peores pesadillas.
El apocalipsis zombie, la temática que inspiró tantas películas y series era real y estaba recién comenzando.
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Pov Chan
ㅡQuítate la ropa, rápido.
Al menos cinco segundos me llevaron para comprender lo que quería decir. Hace unos segundos estaba completamente decidido a hacerlo, pero ahora que me detenía a pensarlo no sabía si era la mejor idea.
ㅡ¿Aquí? ¿Estás seguro?ㅡ le pregunté mirando hacia los lados. Yo había pensado en algo más rápido para no exponernos tanto, pero él... Iba a matarme algún día.
ㅡSi ¿o no quieres?
ㅡSi quieroㅡ aseguré de inmediato.
Jisung sonrió cómplice y casi me derretí por eso.
Rápidamente quité mi chaqueta de cuero junto al arnés de mi arma y los tiré al suelo lleno de ramas y hojas secas mientras Jisung también se animaba y soltaba su pantalón. Cuando terminó tomé su brazo tirando de él hacia mi hasta estampar nuestros labios, me volvía loco sentir esos abultados y húmedos labios contra los míos, era adictivo.
Volteé con él pegado a mi pecho hasta chocar con el árbol, presionando su espalda contra él y bajando brevemente hasta sus pies para jalar su pantalón y quitarlo junto a su ropa interior, luego subí de nuevo llevándome en el camino sus piernas para que me rodeara con ellas.
Lo miré hipnotizado con su pecho desnudo, sus pezones me apuntaban, erectos, seguramente por la excitación de lo que haríamos.
Me abalancé hacia su cuello para besarlo, era deliciosa su piel blanca y suave a mi lengua, succioné diversas porciones de piel y gemí mordiéndolo cuando sus manos soltaron mi propio pantalón y adentró una de ellas tomando mi dureza nuevamente.
ㅡDebemos ser rápidosㅡ murmuré agitado y suspirando pesado gracias a que había comenzado a masturbarme con su mano rápidamente.
Él asintió, agitado también con sus mejillas rojas y su mano inquieta en mi entrepierna, lo sostuve de su trasero con ambas manos y rápidamente subí una a mi boca para lamer tres de mis dedos. Pensé en que una botella de lubricante habría estado perfecto en este momento, pero lamenté no haber encontrado ni una sola hace meses, además no tenía con quien usarla así que habría sido peso cargado de sobra.
Llevando mis pensamientos lejos de mi cabeza, acaricié su entrada. Necesitaba concentrarme solo en él.
Mis dedos ensalivados hicieron presión en su hendidura, donde fueron bien recibidos al deslizarse con facilidad en su interior. Lo sentí contener la respiración mientras comenzaba a moverlos dentro, buscando acostumbrarlo a mi.
ㅡ¿Así está bien?
ㅡSi... No paresㅡ suspiró.
Me mantuve jugando por algunos segundos, sintiendo su calor envolver mis dedos, solo podía imaginar lo bien que me apretaría cuando por fin estuviera dentro y seamos uno solo. Mi corazón palpitó ansioso, pero quería hacerlo bien, incluso si el entorno no era nada romántico y tuviéramos poco tiempo, porque dentro de mi cabeza, mi lado razonable, el que no estaba cegado por Jisung, seguía atento a cualquier ruido inesperado a nuestro alrededor que pudiera ponernos en alerta. Quería terminar luego para no ponernos en peligro.
