Fue un día normal como cualquiera, pero nadie sabía que se convertiría en el inicio de una de sus peores pesadillas.
El apocalipsis zombie, la temática que inspiró tantas películas y series era real y estaba recién comenzando.
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Pov Chan
No sé en qué momento nos habremos quedado dormidos, pero lo último que recuerdo son un par de besos vagos, a penas unos roces de labios y luego creo que me dormí.
Luego de esa primera vez en que tomamos esa siesta juntos, creo que esta fue la noche donde mejor he dormido, incluso antes de que todo esto empezara. Me sentía renovado, como si hubiera dormido por días enteros, algunos dolores musculares de mi cuerpo habían disminuido demasiado, y no sabía si era producto de dormir bien o simplemente era mi subconsciente.
Pero lo que sea, me gustaba.
Jisung no estaba a mi lado cuando lo busqué. Automáticamente mi mirada se fue a mi muñeca donde tenía puesto mi reloj análogo. Eran las diez de la mañana y seguramente alguien tendría hambre, por lo que Jisung debió ir a ver la comida.
Solté un último suspiro antes de levantarme de la cama, iría a comer algo y luego tomaría una ducha. En estos momentos me interesaba saber si todo estaba bien, aunque eso era seguro o alguien ya me hubiera despertado.
Froté mis ojos mientras salía de la habitación, caminé por el pasillo y di un vistazo hacia la habitación de Seungmin con la niña, la puerta estaba abierta y no había nadie dentro. Me encogí de hombros y continué.
Con todo lo que pasó anoche, aún no pensaba bien que haría con esos dos. Si los dejaba quedarse serían dos bocas más que alimentar, pero también cuatro manos para ayudar. Eso si no mostraban señales de querer matarnos y quedarse con nuestras cosas, porque por mucho que ella fuera una niña, no podía fiarme de nadie, no en este mundo donde es matar o morir.
Mis piernas bajaron los escalones de uno en uno hasta llegar al primer piso, desde esta distancia ya podía escuchar un par de voces venir desde el lobby, las que cada vez se hacían más fuertes a medida que me acercaba por el pasillo.
ㅡEs un viaje de muchos díasㅡ pude escuchar la voz de Seungmin.
ㅡ¿Podrán hacerlo?ㅡ ese era Jeongin.
ㅡTenemos qué. Si ese lugar es tan seguro como dicen, sería nuestro boleto a una buena vida. Una donde mi niña pueda crecer sin miedoㅡ justo en ese momento llegué junto a ellos, estaban usando los sofás mientras algunos comían. Yeji estaba sentada en las piernas de su tío mientras este acariciaba su cabello.
ㅡSuena bienㅡ respondió Changbin.
Incluso Hyunjin y Felix estaban ahí, seguramente para comer también y descansar un poco.
ㅡOh... Despertasteㅡ dijo Hyunjin llevando la atención de todos sobre mi.
Mis ojos buscaron los de Jisung rápidamente, pero este evitaba mi mirada, aunque sabía que no era indiferente a mi presencia, pues sus mejillas estaban rojas.
