Fue un día normal como cualquiera, pero nadie sabía que se convertiría en el inicio de una de sus peores pesadillas.
El apocalipsis zombie, la temática que inspiró tantas películas y series era real y estaba recién comenzando.
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Pov Chan
Ver a Jisung corriendo y siendo perseguido por una horda fue una de las sensaciones más horribles que había sentido hasta ahora, la primera y peor fue cuando Seongjin intentó matar a Jeongin días atrás, a veces lo recordaba y podía sentir esa presión en mi pecho una vez más, una presión que volví a sentir con Jisung.
Cuando noté sus señas a lo lejos intentando avisarnos que estaba en peligro y necesitaba ayuda, grité a todos que bajaran rápido. Corrimos escaleras abajo, y al menos yo, con el corazón en la garganta.
Jeongin tenía las llaves de la puerta, las sacó de su bolsillo y con urgencia la metió en la cerradura para quitar el seguro.
Al abrir la puerta rápidamente sacó medio cuerpo y jaló a Jisung con él para luego gritarle a quien quiera que sea que entraran rápido.
Una vez dentro Changbin cerró la puerta y los golpes en ella de los muertos comenzaron a sonar.
Cuando mantuve a Jisung en mis brazos por fin pude respirar bien, no sabía que me había hecho, pero no sabía si me gustaba del todo. Me separé segundos después y tomé uno de sus brazos, lo giré con cuidado mientras buscaba cualquier rastro de heridas.
ㅡChan...ㅡ me llamó.
Lo ignoré y tomé su otro brazo para inspeccionarlo, pero me lo quitó. Lo miré y él estaba con una sonrisa curiosa.
ㅡNo me mordieronㅡ insistióㅡ lo juro.
Suspiré notando por primera vez la sangre seca en su rostro. Él había luchado, pudo salir algo mal, pudo salir lastimado y yo no estaba ahí para ayudarlo.
ㅡVe a tu habitaciónㅡ le dijeㅡ espérame ahí. Jeongin, ve con él por favor y asegúrate que está bien.
ㅡEstoy bienㅡ repitió.
ㅡPor favor, solo haz lo que te digo. Me lo merezco después del susto que me disteㅡ le dije acariciando levemente su mano en un susurro.
ㅡBien, pero les darás a ambos una habitación, comida y aguaㅡ me susurró de vueltaㅡ Necesitan ayuda y podemos dárselas. Solo están asustados, no los asusten más.
Lo pensé un segundo y luego asentí cuando la insistencia en su mirada se volvió intensa.
ㅡBien, pero no prometo nada. Si creo por un segundo que puede ponernos en peligro lo enviaré, a él y a la niña afuera.
