CAPITULO 8

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Las 16 horas de vuelo se estaban pasando muy rápido después de todo Agustina no me había permitido pararme de mi asiento hasta que no le conté hasta el último detalle de la noche maravillosa que había pasado a lado de aquel extraño.

— Hade me has dejado sin palabras... aun no puedo superar aquello.

— Créeme Agus que ni yo. Aunque para serte sincera no me arrepiento.

— Pues quien en su sano juicio lo haría después de contarme con tremendo hombre hasta yo te tendría envidia pero de la buena eh nena — mi risa no se esperó después de lo dicho.

— Sabes a pesar de estar envueltos en una burbuja de pasión y deseo cuando se dio cuenta que era virgen fue muy cuidadoso e incluso lindo y eso siempre estaré agradecida con él a pesar de que no lo volveré a ver.

— Nenis nunca digas nunca porque la vida te puede sorprender en cualquier momento.

— En eso tienes razón, pero seamos honestas y realista cual sería la probabilidad — en mi mente no está con encontrarme con aquel hombre — una en un millón.

— Uno nunca sabe Hade. Además recuerda que saliste huyendo de el sin dejarle una notita ya de perdis

— No inventes agustina tenía que salir de ese ese lugar antes de que despertara sino que le iba a decir, "bueno gracias por desvirgarme, me la pase increíble, espero que se repita "— no obvio que no haría algo así.

— Bueno aunque sea te hubiera dado su número tal vez para otro encuentro — mire mal a Agus como podía estarme diciendo tremenda barbaridad aunque muy en el fondo si me hubiese gustado tener su número pero eso no podía ser.

— Cállate tonta mejor me voy a dar una ducha y a cambiarme de ropa, que traigo esta desde anoche.

— Si mejor ve hasta aquí puedo oler a sexo salvaje — se tapó su nariz la muy sinvergüenza.

— Tonta. Ahora vuelvo y tú y yo seguiremos hablando Agustina — dije en tono severo ya había acabo su interrogatorio conmigo ahora sería el mío. Estaba loca si pensaba que se me iba a escapar lo de anoche con mi hermano.

— Aja aquí te espero — disimulo que está muy atenta a la reviste que según ella estaba leyendo.

— Yo que tu volteaba esa revista. Claro sino es que te gusta leer al revés.

Fue lo último que mencione antes de dirigirme a la habitación que había al fondo del avión sin antes escuchar un gruñido por parte de Agus.

Y tal como dijo Agus olía a sexo.

Lo bueno es que había un baño completo en la habitación así que sin más entre despojándome de toda mi ropa.

Al entrar a la ducha me recibió el agua fría llevándose con ella toda seña y rastro de lo que había pasado anoche.

Aunque para ser honesta no creo que jamás pueda olvidar esa noche, ni sus besos, su toque mi mucho menos esos ojos grises.

En guaje mi parte íntima sintiendo un poco incómoda ya que habían rastros aun de los fluidos de aquel hombre.

— Mierda — lo que me hizo recordar que tenía que tomarme la pastilla del día siguiente que aún seguía en mi bolsa.

Bueno al menos eso lo haría más tarde.

Después de un excelente y refrescante ducha salí con una toalla buscando en una de mis maletas algo de ropa.

Me coloque mi ropa interior. Estando enfrente del espejo pude notar mejor mi cuerpo.

— Hijo de la chingada — fue lo primero que salió de mí al verme con marcas en diferente parte de mi cuerpo.

Tenía marcan en mi cintura, algunos chupetones y mordidas en mis pechos.

UN AMOR PROHIBIDO EN PARÍS© (Amores Prohibidos) COMPLETA ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora