CAPITULO 1

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"Todo va a estar bien", llevo escuchando esa frase por dos años completos, cada persona que me encuentro por la calle me lo pregunta, mi familia cada que llegaba de la universidad lo preguntaba, incluso mi psicóloga lo llego a pronunciar en pocas ocasiones, le agradecía que fuera la única que no lo pronunciaran tan seguido, pero aun asi lo hacía, ya hasta cuando visitaba a unos amigos o familia, sabía que en el momento que se hablara de ese tema, voltearían a mí y dirían "todo va a estar bien"

Madrid, España. Nuevo hogar, nueva vida, nueva yo, mis padres insistieron mucho en que tomara esta gran oferta de trabajo, ya que decían que estas oportunidades solo se presentan una vez en la vida y siento que, si fue lo mejor que pude haber hecho, aunque yo sé que esta oportunidad me llego solo por ser hija del gran empresario Edgar Guzmán, mi padre es dueño de numerosos hoteles ubicados en Europa y Latinoamérica y que próximamente inaugurará dos hoteles en Corea del sur.

Vaya que ser alguien muy reconocido y millonario puede causar severos problemas en las vidas de tus hijos o incluso en especial en tu hija

La empresa Carranza es una de las mejores empresas que han creado los mejores casinos y discotecas de la ciudad, y por supuesto han conquistado otras partes del mundo y yo seré parte de ella. Mi padre no me hablo mucho de mi nuevo jefe, pero a lo que se, tiene 26 años y a mi aun no me cabe la idea de cómo alguien que es tres años mayor que yo, sea dueño de tal empresa. Mi celular comenzó a sonar y lo saque de mi bolsa.

—Hija, como te ha recibido Madrid, una gran ciudad cierto—anuncio mi padre emocionado, volviéndome a la realidad

El avión ya había aterrizado asi que me encontraba en los pasillos del aeropuerto

—Voy aterrizando, aun no veo la ciudad—respondi algo cansada, me encontré con un puesto de Starbucks y me dirigí para ordenar uno

—Pues tienes que hacerlo lo más pronto posible. Antes de que se me olvide, te comento que afuera del aeropuerto encontraras a tu chofer, él te llevará hacia el hotel y también te dará las llaves del carro que está aparcado ahí mismo

—De acuerdo—solté sin ánimos, honestamente solo quería llegar y dormir durante horas o incluso días

—Sam he mandado a un par de guardaespaldas...

—¡Espera que has hecho que! —lo interrumpí alzando el tono de voz—Te dije que si me venía a Madrid seria sola, no quiero a nadie detrás de mi

—Pero hija, es por tu seguridad, no queremos que...

—Que me ocurra lo de hace dos años, cierto—al recordar tremendo suceso hizo que se me pusiera la piel de gallina, nunca lo iba a superar si soy honesta— Total, si ya me paso una vez, no te sorprendas si vuelve a ocurrir

—Samantha no digas eso—soltó en un suspiro mi padre—Sabes que nunca me voy a perdonar lo que sucedió, pero por eso mismo debes de estar protegida

—¿Protegida? —solté irónicamente—No te engañas papá, mis hermanos y yo jamás vamos a estar protegidos aun por tanta seguridad que nos pongas

—Está bien, tienes razón, yo soy el culpable de todo—alzo la voz del otro lado de la línea, le había dado en su punto débil—Quieres tu espacio, bien te lo daré—y fue asi como colgó la llamada

Mi padre y yo somos del mismo carácter, por eso la mayoría de las veces peleamos por cualquier situación, es rara vez en donde estamos de acuerdo ante una situación y no solo es el carácter, toda la familia ha dicho que nos parecemos demasiado, pestañas largas, los mismo ojos color avellana esa combinación de verdes—grises, piel blanca, labios un poco gruesos, nuestras mejillas tienden a marcarse mucho cuando sonreímos junto al mini hoyo de lado izquierdo, en fin, soy la misma imagen que él, pero en versión femenina.

Madrid (El comienzo)Where stories live. Discover now