CAPITULO 19

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Andrés

Soy un idiota haberle gritado de esa manera fue lo peor que he hecho en mi vida. Jamás me sentí tan enojado como lo sentí hace unos minutos. Verla besándose con otro hombre, saber que alguien está saboreando sus dulces y tiernos labios me hace querer molerlo a golpes.

¿Tú no tienes poder sobre ella? 

Por supuesto que no lo tengo, eso lo sé muy bien, pero ¿Por qué me siento asi?

No puedo quitar esa imagen de su rostro asustado, su cuerpo tenso, sus manos temblando quiero regresar con ella abrazarla y pedirle perdón, quiero decirle que no fue mi intención reaccionar de esa manera. Soy un egoísta de mierda

>Estas volviendo a sentir algo por ella<

¿Lo hago? Y si es asi como quiera ella jamás me volverá a dirigir la palabra. He perdido el control, la he confundido tantas veces que termine confundiéndome yo mismo. Es que no es fácil tenerla de frente mirándome, me hace débil ante ella, me hace querer comerla a besos, me hace desearla cada vez más, quiero saber cómo se siente despertar a su lado con su bello rostro sobre mi pecho

¿Acaso me estoy enamorando de ella?

No, no puede ser posible, no puedo dejar que eso me pase, las palabras de mi padre resuenan en mi cabeza—el amor te hace débil hijo—, —Sal con las mujeres que quieras, pero jamás te enamores—

Es tan fácil decirlo verdad padre, pero claro soy hijo de un hombre dominante, posesivo, sin sentimientos, arrogante, que más me puedo esperar. Siempre me ha dicho que la empresa, los negocios, el dinero, es lo que más importa eso es lo que me ha metido en la cabeza desde que tengo uso de razón. Haber perdido a mi madre a los quince años hizo darme cuenta de muchas cosas, había perdido a la persona que me enseñaría como amar y tratar a una mujer, perdí a la mujer que me iba a enseñar mi lado cariñoso y romántico, en el momento en que la perdí, también me perdí a mi mismo

Y termine convirtiéndome en el hombre que mi madre jamás quiso que fuera, lo lamento mamá, en verdad lo lamento, pero no me quedo otra opción. Ahora me conocen por ser hijo del hombre más poderoso de Madrid, por ser el hombre más joven en haber tomado el liderazgo de una empresa tan reconocida a nivel mundial, por generar más dinero del que mi padre hizo en los últimos años que estuvo al mando de la empresa convirtiéndome asi en el segundo hombre más millonario del país, pero eso de que me sirve, de nada

>Ella te hará cambiar<

Te necesito Samantha

—¿Te encuentras bien? —Javier entro a mi oficina sacándome de mis pensamientos

—Si—respondi abriendo una carpeta para seguir firmando papeles

—Deja de comportarte como un idiota y dime que te sucede—cuestiono situándose enfrente de mí. Me conoces tan bien Javier

—Hice algo estúpido—dije zafando la corbata, que estrés tengo

—Siempre lo haces—bromeo, lo mire serio—Se mas especifico entonces

—La he cagado con Samantha de acuerdo—confesé

Javier sabe todo el asunto de Samantha el como la conozco y eso. El me entiende

—Le acabo de gritar de una manera que ni yo pude imaginar, le ordené trabajo que a ella ni le corresponde hacer y solo porque...—ni siquiera quería terminar mi frase porque sabía exactamente del porque lo había hecho

—La viste con Rodrigo—aseguro Javier mirándome fijamente

—Se estaban besando—continúe, no quise preguntarle como sabía que él estaba ahí, ni siquiera me importa saberlo

—Eres un idiota—se burló—te dieron celos

—Cierra la boca—me levanté molesto de mi silla, puse mis manos sobre el ventanal que se encuentra atrás de mi escritorio, dándole la espalda a mi amigo—no sabes lo que dices

—Di lo que quieras, pero sabes que estoy diciendo la verdad—sonó tranquilo—cabron está bien que lo sientas, te gusta Samantha admítelo

Lo mire por encima de mi hombro, ni siquiera sé cómo contestarle ¿me gusta Samantha?

—Crees que no me he dado cuenta el como la miras, el como la proteges, siempre estas al pendiente de ella—suspiró—ambos sabemos que estas con Elena por puro placer y negocios, sé que esto es nuevo para ti y déjame decirte que está bien tener sentimientos

—Sabes qué significa eso para mí—le especte desesperado

—Significa que no eres como tu padre, significa que muy dentro de ti está el Andrés carismático, noble, humilde, yo que se cariñoso, pero está el verdadero Andrés y esa persona que aparentas ser con los medios, con tus trabajadores, tus socios, ese no eres tu

—Es ilógico que sienta esto—pase mis manos por mi cabello con desesperación, quede nuevamente en mi escritorio poniendo mis manos encima—va llegando a Madrid, ni siquiera hemos convivido lo suficiente como para saber que esto que estoy sintiendo es real

—No es necesario pasar todos los días, todas las horas, minutos, segundos con una persona para enamorarte de ella, tu no elijes como enamorarte, lo elije esto—señalo el lado izquierdo de su pecho

—Como sea, la he cagado con ella, la asuste ahora jamás me volverá a dirigir la palabra—me rendí

—Si ella volvió a tu vida es por algo, no desperdicies esta oportunidad

Lo mire seriamente ¿y si tiene razón>? Por supuesto que le tiene, tengo que luchar por ella, lo voy a hacer

—Pero donde carajo has dejado a mi amigo Javier—comente sarcástico—acaso no has pensado en ser psicólogo

Desde que Melisa llego a la vida de mi mejor amigo, ha cambiado, y demasiado. Se ha vuelto más sencillo, más comprensivo, relajado, siempre encuentra la manera de hacerme sentir mejor y no es antes no lo hiciera, lo hacía, pero con un método diferente nos emborrachábamos, buscabas mujeres con quien enredarnos, pero eso ya ha cambiado. Está enamorado hasta los huesos de ella y eso me hace feliz, me alegro de que la haya encontrado

—Oh créeme que no, es solo que el desayuno ha estado fabuloso—respondió en doble sentido. Estos dos son tremendos

—No empieces—le advertí asqueado soltó una carcajada y me contagié

No sé qué haría sin mi mejor amigo 

Madrid (El comienzo)Where stories live. Discover now