CAPITULO 8

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—Necesito que le marques a mi doctor. Ahora—ordeno Andrés desesperado cuando recién llegamos al hotel

Subimos a su apartamento lo más rápido posible. Un guardaespaldas oprimo un botón en el elevador haciéndonos llegar a la habitación de Andrés, este no pareció un departamento más bien parecía una casa de dos pisos, ni siquiera supe en que hotel estábamos, pero este sí que no es de la compañía de mi padre

—Asegúrate de que no nos hayan seguido—comento Andrés más tranquilo

—Sí señor, ¿Ocupa algo más? —pregunto el guardaespaldas

—Prepárenle un té o café no se

—Le avisare a la señora Sonia—dijo el guardaespaldas

—No, ella ya está dormida. Uno de ustedes debe de saber hacerlo—respondió Andrés frunciendo el ceño

El guardaespaldas desapareció en cuestión de segundos dejándonos solos en la sala

—Necesito tu teléfono—avise con la mirada fija en cualquier parte

—¿A quién quieres que llame? —pregunto sacando su teléfono del pantalón

—Solo préstamelo—lo mire fijamente—Por favor

Me miro por unos segundos pensando en si me lo daba o no, finalmente lo hizo. Marque el número de mi hermano Joaquín fue la primera persona que se me vino a la mente o más bien la única persona que su número me lo sabía de memoria. Al segundo tono contesto

—Que milagro Andrés, ¿Cómo has estado? —saludo felizmente pensando que era Andrés, se escuchaba tan feliz que por un segundo pensé en colgar la llamada y no decirle nada, lo último que quiero es preocuparlo más, pero lo necesitaba asi que...

—Él sabe dónde estoy—conseguí decir

—¿Samantha? ¿eres tú? —pregunto extrañado

—El...el mando a...alguien y...

—No te entiendo, tranquila, respira dime ¿Qué ha pasado? —ahora sonaba alterado

—Leonardo me ha encontrado—solté y un silencio se apodero de nosotros

El rostro de Andrés expresaba confusión, estaba de brazos cruzados escuchando nuestra conversación, cuando dure segundos sin decir nada, me quito el teléfono y continuo en la llamada

—Joaquín soy yo Andrés—suspiro—Tu hermana no está bien. Un tipo trato de sobrepasarse con ella en el bar del hotel...Si yo lo detuve...No...La traje a mi casa...De acuerdo

Y colgó la llamada

—Joaquín viene en camino—me dijo Andrés tomando asiento a mi lado en el sofá

—Señor aquí está el doctor—anuncio la voz de Ronnie

—Doctor buenas noches disculpe que lo moleste, pero necesito que la cheque, creo que entro en un estado de shock y ansiedad—explico Andrés a un señor alto que se acercaba a mí con su bata blanca

—Hola soy el doctor torres, ¿Cómo te sientes? —se arrodillo delante de mí, abrió un maletín negro para sacar como una linterna

—De acuerdo necesito que mires mi dedo—alzo su dedo y lo movió de izquierda a derecha, yo lo obedecía

—Al parecer a entrado a un estrés postraumático—informo—¿Qué le ha ocurrido?

—Un tipo trato de sobrepasarse con ella, realmente no sé si le hizo daño—explico Andrés

—Es posible que esto lo haya experimentado antes y por eso reacciono de esta manera ya que todavía tiene secuelas y miedo de que le vuelva a ocurrir—el doctor me miró fijamente—¿Te han hecho daño?

Mi mirada seguía fija en otro lado, quería hablar, quería decir todo, pero a la vez no podía, sentiría vergüenza si digo la verdad

—Necesita descansar—soltó finalmente al no ver reacción de mi parte—No quiero recetarle medicamentos porque no sé si ya tenga un tratamiento, a lo que veo no es la primera vez que le pasa este tipo de reacciones

—Está bien doctor, muchas gracias—se despidió Andrés del doctor con un apretón de manos—Ronnie acompáñalo a la salida

—Por ultimo señor Carranza—suspiro el doctor—Cuídela mucho

Gire mi cabeza para ver la reacción de Andrés, el doctor me estaba dando la espalda y Andrés se encontraba enfrente de él, mire como poso su mirada en mis ojos hinchados y llenos de miedo y antes de responder me sonrió, esa sonrisa la sentí muy sincera, me transmitió seguridad, pero no podía dejar llevarme por eso, no otra vez

—Lo hare, gracias—respondió muy seguro

No sé porque me estaba sintiendo asi, recuerdo que la primera vez que llegué aquí y donde también unos tipos trataron de sobrepasarse conmigo, también entre en un estado de shock, pero fue algo leve porque lo supe controlar. Ahora no, creo que a pesar de que Santiago también quiso sobrepasarse conmigo lo más que me afecto fueron sus palabras que aún seguían reproduciéndose en mi mente—Leonardo muy bien dijo que eras alguien difícil—ahí sentí el verdadero temor y deje que mi trauma se apoderara nuevamente de mí, creí tenerlo bajo control, pero solo con escuchar su nombre y que mi mente me recordara todo lo que me hizo, me descontrolaba. Leonardo puede estar a tan solo unos minutos o horas de saber mi ubicación y eso me tiene aterrada, no quiero sufrir lo mismo otra vez, solo pido eso

Ahora veo que el haberme mudado aquí a Madrid también había sido una mala elección, más sabiendo el tipo de persona de la que había escapado

Madrid (El comienzo)Where stories live. Discover now