Madrid (El comienzo)

CAPITULO 16

Dos meses. Dos meses desde que llegue a Madrid y no voy a decir que fue un gran recibimiento porque no lo fue, pero aun asi me siento un poco más tranquila y relajada. El trabajo está yendo bien, gracias a la apertura del casino hace dos semanas, la empresa está teniendo mucho reconocimiento, las ganancias han aumentado en cada hotel, casino, discoteca que esta ha elaborado, ocasionando que Andrés viaje a diferentes lugares para promocionar más los lugares y a la empresa, por eso doy gracias ya que no lo tengo que ver tan seguido en la empresa y eso me está haciendo bien. Mi familia se fue hace unos cinco días y me alegro de que hayan venido al menos por un tiempo, mi padre concluyo con lo que fuera que tenía que hacer aquí y tuvo que regresar a México. Quise retomar el tema de Leonardo con mi padre porque a lo que se supuestamente ya sabe en donde estoy, pero mi padre dijo que no que la gente de confianza le informó que no ha recibido a gente diciéndole donde vivo, me hizo sentir un poco aliviada, pero no del todo aun corría el riesgo con Santiago al parecer él sabía algo de mi captura y una supuesta recompensa además sabe dónde me encuentro lo cual se me hizo raro que no le hayan dicho nada a Leonardo es por eso que me tuvieron que mejorar mi seguridad, algo que termino en discusión con mi padre cuando me lo dijo, sé que es por mi bien y eso, pero en verdad que me encontraba bien con tener a solo uno, pero ahora tener a dos hombres más cubriéndome las espaldas, sí que se siente algo raro, más cuando la gente si vas caminando por la calle te mira como si fueras alguien peligroso o yo que se

Cabe aclararme que mis guardaespaldas no son nada divertidos, tienen un aspecto que te causa terror, no tienen expresiones en su rostro cuando hablan con otras personas al menos que sea yo. Pero bueno me tengo que acostumbrar solo por un tiempo porque puede ser que no nos necesite para la eternidad, si Santiago hubiera querido hacerme daño nuevamente ya lo habría intentado, pero no lo ha hecho, afortunadamente, asi que debo de tener en mente que no duraran mucho conmigo.

En estos momentos Melisa ha estado tomando el papel de mi rommie. Hace una semana se vino a vivir por un tiempo conmigo, están haciendo unos arreglos en casa de sus padres a lo que conlleva también su cuarto y por eso le ofrecí que se viniera conmigo.

La mayoría del tiempo no duerme aquí, se va con Javier, como es de costumbre, estos dos ya tienen mucho tiempo en relación y no me cabe ni la menor duda de que en cualquier momento inesperada Javier lo propondrá matrimonio, lo cual me daría mucha felicidad.

—Te lo juro que es la última vez que hago una apuesta contigo—se quejó Melisa detrás de mí. La mire y la expresión en su rostro de cansancio me hizo soltar una risa

Hace dos días nos encontrábamos jugando a las cartas en mi apartamento Melisa y yo. Después de unas cuantas partidas a Melisa se le ocurrió la brillante idea de competir y dijo que si yo perdía tendría que pedirle una cita a Rodrigo, si lo sé qué absurdo, pero si ella perdía tendría que venir al gimnasio conmigo durante un mes, lo cual termino pasando. Y ahora se encuentra aquí conmigo en el gimnasio del hotel

—Eso te pasa por tratar de imaginar que podrías ganarme—le sonreí

—Enserio quieres que dure un mes—protesto como niña chiquita cuando no le dan lo que quieren

—Melisa es tu primer dia y ya te estas quejando—me cruce de brazos—Si un mes completo y después te dejare libre

—Te voy a demandar—dijo caminando junto a mí para posicionarnos en las caminadoras

Realmente Melisa no necesita ir al gimnasio tiene un cuerpo sumamente bien cuidado delgado y con sus curvas resplandecientes, pero no le pasara nada, al contrario, puede marcar pierna o los glúteos, tiene sus ventajas el hacer ejercicio

Yo lo hago porque me hace sentir más activa y no lo sé también porque vivo siempre con ese pensamiento de que estoy un poco pasada de peso y pues quiero bajar, sé que debo de ignorar esos pensamientos, no tengo nada en contra con las personas que son asi, para nada en lo absoluto, al contrario me gusta mucho el cuerpo que tienen, el como la ropa se les ve tan bien, me da mucha felicidad esa seguridad que tiene y las admiro, pero porque lo que he pasado creo que tengo derecho en odiar mi cuerpo, no fue nada fácil pasar por lo que pase, pero estoy tratando de cambiarlo, en verdad