CAPITULO 23

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La luz del sol comenzaba a fastidiar en mi rostro, no sé ni cuánto tiempo llevo dormida, pero algo me dice que ya es tarde. Poco a poco abrí mis ojos, el dolor de cabeza no cesaba creo que me puse súper mal ayer, aunque no recuerde lo sucedido.

Sentí una respiración cerca de mi cuello y una mano sobre mi cintura

Mierda.

Cheque debajo de la sabana

Mi ropa interior seguía en mi cuerpo.

Gracias dios

Eso quiere decir o bueno quiero creer que no tuvimos nada, algo dentro de mí me dice que no, al menos en algo fui consciente.

Traté de girarme, pero no pude del todo Andrés se encontraba detrás de mi dormido, su cuerpo pegado al mío, su rostro hundido en mi cuello, se miraba muy tierno e inocente, su rostro relajado, sereno. Basta ¿Cómo es que acabamos aquí? ¿Qué ocurrió exactamente anoche?

Me puse a recordar y nada, mi mente no está ayudando mucho ¿será la resaca?

Suspira Samantha y vuelve a pensar

Okey lo primero que me viene a la mente fue que después de habernos ido del lugar todos llegamos a mi apartamento y creo que fue Cristal la culpable de que nos embriagáramos más, ¿o fue Javier?, porque se me está haciendo difícil recordar.

Sigilosamente quité el brazo de Andrés de mi cintura, afortunadamente tuve más facilidad de salir. Fui directo al cuarto de baño, me quite rápidamente la playera de Andrés que aun seguía con su adictivo perfume, espero y el agua me ayude a relajar lo tensa que me encuentra y asi poder recordar mejor.

El agua tibia caí sobre mi cuerpo, me sentí bendecida, el agua sí que te ayuda mucho a relajarte. Y comencé a recordar

—De casualidad esta linda mujercita esconde alcohol en su hogar—Cristal comenzó a buscar tequila o vino en cada parte de mi hogar

—No tengo ni idea, yo ya estoy cansada, me iré a dormir—dije agotada

—Nada de eso tu—el hipo se apodero de Melisa—festejaras con nosotros

—Ya lo hice—recalqué

—Aún no he dicho que haya terminado—Melisa me sonrió malévola y me hizo sentarme sobre mi sofá justo a un lado de Andrés que se encontraba todo ido por el alcohol mirando para quien sabe donde

—Soy una diosa, ¡lo encontré! —anuncio Cristal entrando a brincos con dos botellas una de vino y otra de tequila se reunió con nosotros

Todos aplaudieron agradecidos por tener más alcohol

¿Dónde las habrá encontrado?

Ni estaba enterada que había esa botella de tequila y de vino

Mi mente se distrajo al escuchar un fuerte ruido que provenía de la cocina, lo supuse ya que sonó como si fueran unas cacerolas. Rápidamente terminé e bañarme, me puse una sudadera cómoda y unos jeans negros. Salí temerosa del cuarto de baño, no me quería encontrar con Andrés sin camisa dormido en mi cama

Bien que le deseas

No claro que no

Te gusto como se sentia su torso desnudo contra tu espalda

No mentira

Por suerte ya no estaba

Salí de mi cuarto en dirección a la sala de estar, Javier se encontraba mirando la television solo, su rostro aun expresaba sueño.

Madrid (El comienzo)Where stories live. Discover now