Domingo por la noche y me encuentro sola en mi hogar. Por la tarde Melisa me acompaño a hacer el súper ya tenía mi cocina un poco vacío como también compre el teléfono que mi hermano me había pedido, a Melisa se le hizo un poco extraño que yo estaba comprando este teléfono, pero nunca pregunto porque y eso lo agradecí
Mi hermano Saúl a cada hora me llamaba o me preguntaba cómo estaba al igual que yo los llamaba a ellos, aun no me acostumbraba a utilizar estos teléfonos hace demasiado tiempo que salieron y creo que jamás en mi vida tuve uno de estos, pero si era por la seguridad y el bien de mi familia y yo debería que acostumbrar lo más pronto posible
Mientras acomodaba todo lo que compre en las alacenas, miraba una película en Netflix llamada Holidate o traducida al español Amor de calendario, creo que se ha convertido en mi de romance — comedia favorita. Me he puesto a pensar el cómo sería si yo tuviera un hombre con quien pasar las festividades como el dia del amor y la amistad, dia de las madres, dia del padre, navidad, año nuevo, etc.
Creo que eso sería estupendo, no tener que comprometerte con alguien sentimentalmente, no tener que dar explicaciones de nada, en fin, esa idea me gusta, pero jamás va a pasar
Escuche un par de golpes en la puerta principal y me apresure en abrir, que yo supiera no tenía planeada ninguna visita sería el servicio a la habitación o una limpiadora, aunque no la necesidad yo sola hacia el que hacer en mi casa.
Cuando llegué a la puerta me detuve en seco al ver a quien tenía enfrente. Andrés
Lo primero que pensé fue el cómo le hizo para entrar, aunque al ver en el estado de ebriedad en el que se encontraron imagine que se había equivocado de habitación
—Andrés ¿te encuentras bien? —Fue lo que conseguí decir al ver como no podía ponerse de pie y termino cayéndose en mi piso
Tenía su rostro tan cerca que me percate del golpe en el ojo derecho al igual que en su labio salía sangre
—Holaaaaa — respondió ebrio — Upss ... este no essss ... mi cuarto
—No, no lo es — lo ayude a levantarse, él también puso su esfuerzo
Lo sostuve de la cintura, él puso su brazo sobre mis hombros y con mi otra mano libre cerré la puerta. Caminamos unos cuantos pasos para llegar a el sofá donde se recostó cómodamente, mi espalda termino un poco adolorida y tome asiento a un lado de él.
—¿Estas bien? —Pregunte preocupada
Estoy muy segura que esos golpes fueron de una pelea, pero que hago en estos casos tengo literalmente a mi jefe acostado en mi sofá, como manejo la situación
—Me gusta tu pijama — comento evadiendo mi pregunta
En ese momento me avergoncé de ello, traigo puesto una blusa de tirantes negra, unos pantalones flojos y anchos color rosa pastel on bolitas blancas, ni siquiera era un pijama como tal
—¿Cómo pudiste entrar? —Pregunte ignorando lo que anteriormente había dicho
—Tenías la puerta abierta — se burlo
Eso no era cierto estoy cien por ciento segura que cerré la puerta muy bien al instante en que se fue Melisa o bueno realmente no recuerdo
Comencé a dudar
—Traeré una aspirina — conseguí decir poniéndome de pie
—¿Puedo usar tu baño? —Pregunto haciendo el esfuerzo de levantarse del sofá
—Sí, vas por ese pasillo y das vuelta a la derecha es en la puerta color café — señale
El obedeció y yo me dirigí a la cocina para buscar si tenía una aspirina también preparé un poco de café. Al mismo tiempo le escribí a Melisa de lo que estaba ocurriendo en mi apartamento a lo que ella contesto con un "voy en camino". Sé que fue buena idea hablarle a ella, ya que he notado lo cercanos que son estos dos
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Madrid (El comienzo)
RomanceElla necesitaba escapar de Mexico, se habia perdido asi misma, le habian arrebatado esa seguridad, ese amor, lo intento, pero no pudo, por eso decidio irse de ese lugar donde a cada minuto recordaba la peor noche de su vida, necesitaba sanar, necesi...