2. No es una niña

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Madisson

"debes dejarla crecer, ella al fin y al cabo también es una Miller ¿no?" Un bufido dejo mis labios, tome la katana entre mis dándole unas vueltas, solté un suspiro al cerrar mis ojos dejando que Justin me vendara los mismos. Llevaba ya tres años seguidos realizando el mismo circuito. El sonido de inicio me indico que los maniquíes uno por uno empezaba a atacar, la katana los hizo pedazos uno por uno. Esta actividad la habían diseñado como entrenamiento, una actividad que es eme hacia des estresante, sobre todo en este maldito momento; los minutos pasaron tan rápido que la alarma resonó, quite a venda suavemente de mis ojos enterrando la katana sobre el pecho del maniquí junto a mí.

—¿Por qué estas así? — pregunto el mayor extendiendo la botella de agua a mi dirección—

—Mi madre— di un largo sorbo— Sigue insistiendo que Lett entrene, pero es una niña

—Pensé que había quedado claro — este se cruzó de brazos recostándose sobre una de las pardes—

—Eso mismo creí, pero Ele...Mama insiste en que debe seguir nuestros pasos, es absurdo

—No me sorprendería, es una locura todo esto — Justin señalo cada lugar —

—Lo sé, amor, pero ella lo debe entender — Reprocho la de menor estatura

—¿Quién debería entender? — pregunto Eleanor al entrar—

—Nadie, mama —finalice —

—Bueno, Valerie te necesita Justin, tenemos un tema importante que discutír, ahora — la rubia salió por el pasillo dejándonos solos—

—Claro, como ordene, majestad — Justin contesto sarcásticamente— Nos vemos, hermosa —dejo un beso corto en mis labios alejándose por el pasillo—

Tomé mis cosas dejando la katana en su sitio, Jake se había encargado de cuidar a Violett el tiempo que habíamos estado en ese lugar, era momento de ver a mi pequeña quien no estaba muy lejos, pues unos pasos más delante de la sala de entrenamiento la encontré sentada junto a su tío coloreando un libro animado.

—Madiiiii— grito Vio corriendo a mis brazos —

—Hola, Lett — susurre con una sonrisa — ¿te portaste bien con el tío Jake? — pregunte acariciando su cabello —

—SI, el tío Jake me enseñó a como limpiar la sangre del suelo, fue como una clase de química divertida — la menor sonreía ampliamente, trata de mantener mi sonrisa no quería arruinarle el momento —

—Que divertido, ¿Por qué no vas a por un bocadillo a la cocina? Necesitó hablar con tu tío

—Claro, no me tardo

Vio salió a pasos rápidos por el pasillo, tarareaba una canción infantil que amaba desde que la habíamos encontrado, cuando deje de oír su voz mi rostro reflejo la clara molestia.

—Jake... no jamás, pero es jamás, va a pasar. — me acerque a esta cruzada de brazos —

—Solo buscaba distraerla Madi, no tienes que enojarte. — reprocho este levantándose de su silla—

—Claro, no debo enojarme. — solté un suspiro volviendo a verlo— Es una niña, ni hoy, ni mañana, ni nunca entrara a las mafias ¿está claro?

—Es inevitable.

—¿Qué has dicho?

—Es inevitable, quieras oh no esa niña, seguirá nuestros pasos, cada dia hace más peguntas, le interesa.

—y a mí me da igual, no la dejare, no hagas que la aleje de ti.

—No podrás alejarla de nosotros, ni de tu madre, ni de mí, ni de nadie.

Phycothic Teens 2: The New GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora