12. Primer y Último aviso

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Scarlett

Caminaba de un lado a otro, la desesperación que tenía en esos momentos era mortal, podía sentir la mirada de Madisson sobre cada uno de mis movimientos, Valerie seguía ocupada hablando con Justin. No aguantaba más, necesitaba verla, Sidney era todo para mí, era más que mi jefa, más que mi compañera, más que mi mejor amiga, más que mi pareja, ella lo era todo. Había sido una injusticia, pero, ni mis palabras la habían logrado parar, esa maldita psicópata, detestaba esa mujer, desde el dia en que había vuelto. En el momento que la vi, ese dia supe en lo que nos metíamos, pero tenía fe. Fe, fe era lo último que me mantenía viva, bufe de nuevo ante ese estúpido pensamiento, Lizzie tomo mi mano, no la vi al instante, trate de golpearla y para su suerte logro esquivar mi ataque.

—Liz, sabes que no...—me interrumpió mostrándome mi brazo—

—Estas al borde del colapso, ahora yo te pregunto, ¿Por qué carajos sigues aquí? —la mayor me veía con ganas de matarme, negué soltando su agarre —

—Estoy bien, solo me preocupa Sid, esa mujer le puede hacer algo, sabes que es capaz de todo, Elizabeth.

—Lo sé, por eso estoy aquí, ¿Dónde está el resto?

—Camil y Jeyron fueron encubiertos a la torre central, Valerie y Justin llevan encerrados dos horas y Jake está desaparecido. — Madisson se levantó tomando el botiquín —

—Oigan, ambas son demasiado dramáticas, son solo leves. — ella volvió a interrumpirme—

—Leves rasguños, lo mismo decías cuando tenías doce, así que no te hagas la de hierro, deja que te cure Madisson ¿sí?

—Bien.

Me senté junto a la menor mirando a otra dirección, seguía esperando que todo esto fuera un efecto secundario del suero, despertaría y Sid sostendría mi mano como siempre. Odiaba saber que todo era real, todo estaba pasando, todo. Hice una mueca cuando Madisson llego a la herida más profunda, la mire de reojo, pero ella parecía estar demasiado concentrada, Lizzie entro y con ella, el resto. En sus rostros las expresiones me dejaban clara una sola cosa. Esto no iría bien.

—¿Y?

—Y Eleanor juzgará a Sidney.

—¿Por qué?

—Solo mira

La castaña lanzo el sobre a la mesa, con solo leer el motivo de por qué era enviado la sangre me hirvió, Madisson me miro cuando traté de levantarme, empecé a abrir el sobre rasgando el papel, no podía imaginar el resto del contenido. Leer esa carta fue sentir como una daga atravesaba mi abdomen, una y otra y otra vez, no podía creer que tan loca estaba esta mujer. Creer que la había querido de vuelta en mi vida hacía unos cuantos años, ahora la única imagen en mi cabeza era como mis manos atravesaban su cuerpo, arrancando cada uno de sus órganos, cayendo su cuerpo sin vida al suelo, viéndome directo a los ojos con horror.

—Ese juicio, puede acabar con todos.

—¿Aun lo dudas?

—No hay manera de renegarlo, las reglas volvieron a ser las de antes.

—No, no, Valerie, dime ¿Sabemos dónde hallar esas reglas?

—Ustedes no —Elizabeth nos miró— Yo sí, Eleanor confía en mí, tanto como para decirme donde esta ese libro.

—Iremos a buscar esas reglas, debemos estar preparados, debemos defenderla, debemos defendernos, el consejo jamás nos tendrá compasión.

—Lo haremos, pero tú no vas a ir.

Phycothic Teens 2: The New GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora