10. Por eso, jamás debimos aceptar

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Sidney

BASE T.D.W—ANTIGUA LOCACIÓN

Llevaba horas recorriendo la base, de arriba abajo, de abajo a arriba, pero nada, nada ni nadie estaban ahí. Mire de nuevo el reloj, eran casi la diez de la noche y Eleanor seguía desaparecida, todo muy normal, claro considerando que Valerie la había hecho enojar, que yo no le caía bien y que su hija favorita nos estaba defendiendo, genial. Pase la mano por mí rostro ya cansada, solté un suspiro y me acerque a la cornisa cuando escuche a Lizzie llamarme.

—Dímelo, Miller

—No me llames así, lo odio —se cruzó de brazos negando —aun así, nada

—Aquí tampoco

—¿entonces?

—Volver a la villa

—Sid, antes necesitamos habar

La mire confundida, pero entendía que tuviera algo que ver con su madre, bueno su "madre" la historia de Elizabeth era demasiado perturbadora para recordarla por lo que preferí bajar las escaleras en silencio, mire de nuevo mi reloj, no tenía ninguna notificación de Scarlett, negué esto ya no estaba bien.

—¿Qué pasa, Lizzie?

—Están identificando la bala que sacaron de la pierna de Eleanor —hizo una mueca y negó — Sabrán que fuiste tu

—¿Qué tan malo es el panorama?

—Un juicio, sabes que conllevaría eso

—No soy la única involucrada, si los Stevens hablan todos terminaremos siendo juzgados

—Es lo que busco evitar, quiero que se larguen de Ohaio, no los quiero volver a ver

—Elizabeth, nos pides demasiado

—Saquen documentos falsos, tomen dinero y lárguense, Sid, sabes que pasara

—No te dejaremos Elizabeth

—Soy un peligro

—¿Qué? ¿Qué dices?

—Sid... ¿Scar?

La mayor corrió a dejar un beso en la frente de la castaña, sentí que el peso se fue de mis hombros cuando la tuve frente de mí, tome su cadera dejando un beso en sus labios, me miro con una pequeña mueca. Desde hacía años había aprendido a leer las emociones de Scarlett, era un libro abierto para mí, de reojo sentí la mirada de curiosidad de Elizabeth, nadie podía leerla, más que yo y para mi desgracia su madre.

—Nada ¿cierto?

—Nada, cariño

—Estará bien ¿sí?

—Ella no me interesa, sabes lo que me interesa

—Cariño, los encontraremos

—Eso quiero creer

Deje un sutil beso en su mejilla, tome su mano y las tres partimos del lugar. Por el bosque podíamos divisar algunos búhos, sentíamos la mirada de uno que otro, la brisa movía de un lado a otro las ramas de los árboles, algunas de las hojas crujían bajo nuestros pasos, algunas ramas y un disparo... ¿un disparo? Las tres quedamos petrificadas como piedras, nos escondimos tras una arboleda mirando quien o quienes eran. La voz familiar nos hizo negar.

—Son 12 billones, o no obtendrán nada

—Somos la ley, ¿crees que nos seguirás chantajeando?

—Y yo tengo media ciudad, dentro de ella a los más buscados ¿Qué opinan?

—12 billones...bien ¿Qué nos garantiza que no es una trampa?

Phycothic Teens 2: The New GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora