Pretty little liars: Keep a secret (Jason Dilaurentis)

T5-E18-Ah, que historias tan trágicas me dieron todas

En la mañana, después de que me dieran el alta, fuimos a casa, sin la morfina, sentía todo el cuerpo punzarme. Papá detuvo el auto frente a la casa y bajé de él - ¡Morgan! - escuché a Jason y sólo lo vi de reojo caminado de prisa hacia mí, pero continué caminando hacia la casa -Morgan- lo escuché más cerca y cerré los ojos deseando no verlo, por suerte, Seth se interpuso en su camino - ¿No te quedó claro Dilaurentis? No te quiere ver-

-No te creo- masculló y escuché a Seth reír -No me interesa si me crees ¡Lárgate! - de repente, vi a que Jason le soltó un puñetazo a Seth y él se arrojó sobre Jason causando que ambos terminaran en el piso - ¡Papá! - fue lo único que se me ocurrió hacer, de sólo pensar separarlos, me punzaba la nariz al recordar el puñetazo por accidente que Seth me dio en la cara - ¡Hey! ¡Sepárense! - Mi papá logró distanciarlos mientras ambos se veían con furia -Jason, mejor vete, Morgan no está en condiciones de visitas- Jason me dio una última mirada y se dio media vuelta para subir a su auto, cuando arrancó, incluso escuché las llantas rechinar contra el asfalto.

- ¿Por qué no querías verlo? - me preguntó mi mamá mientras ponía mis medicamentos a un lado de mi cama -Terminamos- dije y me miró sorprendida - ¿Por qué? - me encogí de hombros -Morgan...-

-Mamá, perdón por tu camioneta- ella me sonrió levemente -No interesa, lo importante es que tú estás bien. Además, ya pensaba cambiarla- sonreí -Te dejo descansar- asentí y me dio un beso en la frente antes de salir de mi habitación.

En el momento que estuve sola, todos los recuerdos comenzaron a atacarme como lluvia de ideas, no sé si eran más dolorosos los buenos momentos con Jason o la terrible imagen de él besando a la mamá de Hanna. Le rogaba a Dios que me dejara seca, ya no quería llorar, pero eso parecía algo imposible, mi pecho no dejaba de arder y había momentos en los que sentía que dejaba de respirar, hasta que por fin me tomé la pastilla para dormir que tanto me rehusaba a tomar por miedo a soñar con él.

Todo en mi habitación estaba obscuro, sólo entraba un poco de luz por la ventana, mi puerta se abrió y entró una ranura de luz del pasillo, mi mamá entró en la habitación y traía consigo un plato con comida - ¿Tienes hambre? - me encogí de hombros, mi mamá se sentó a mi lado y dejó el plato a un lado de mi cama -Seth ya me dijo lo que pasó- suspiré y miré a otro lado, no quería volver a llorar -Amor, tal vez haya una explicación, debe haber una razón...- volteé enojada a ver a mi mamá, en un instante, la tristeza que me había acongojado por horas, había desaparecido y fue sustituida por enojo - ¿Una razón para engañarme? ¿En serio? ¿Acaso eso tiene justificación? ¿Cuál es la tuya con papá? - de pronto la expresión confundida de mamá, fue sustituida por completo asombro - ¿De qué hablas? -

-Por favor, no te hagas la inocente, ya sé que engañas a papá con tu "amigo del club" y sé que papá sabe y él sabe que yo sé- mi mamá no decía nada, incluso lucía algo pálida - ¿Lo ves? Ni siquiera sabes cómo defenderte. Vete- me recosté en un costado y mi mamá tardó unos segundos antes de ponerse de pie y salir de mi habitación, creí que tendría un poco de paz, pero fue cuestión de unos minutos para escuchar los gritos de mamá desde la parte de abajo - ¡Ella sabía! ¡¿Por qué no me lo dijiste?! ¡¿Me querías seguir teniendo aquí?! - no podía creer que en serio mi mamá le reclamara a papá por algo que ella hizo, no hay más culpables que ella - ¡Yo estuve en este matrimonio por ellos! - añadió - ¡¿Por ellos?! ¡¿En serio?! ¡Porque todo el día te la pasas de compras o en el club, o eso es lo que nos dices! ¡¿Dónde estás realmente eh?! ¡¿Cogiendo con...?! - escuché un golpe, sabía que mamá le había dado una bofetada - ¿Sabes qué? ¡Me largo! - escuché a mamá -No por favor, tú quédate ¡Esta es tu casa! - escuché los pasos de papá subiendo por las escaleras y después los de mamá detrás de él - ¡Tú no me dices qué hacer! -

- ¡Pues yo no me pienso quedar en una casa donde has...! - tomé mis audífonos y puse música a todo volumen bloqueando por completo los gritos de mis papás, lo extraño era, que no sentía nada, sólo fastidio porque no se callaban, acerqué a Sammy a mí, lo abracé y volví a cerrar los ojos.