Pretty little liars: Keep a secret (Jason Dilaurentis)

T6-E1-Que empiece el juego, Charles

-No hay forma de salir- dijo Mona -No voy...no...no voy a volver ahí- dijo Aria y escuchamos un rechinido, al voltear, las puertas por las que salimos, ya se habían cerrado, Spencer corrió hacia ellas e intentó abrirlas, pero al parecer, no tendríamos más opción que quedarnos aquí afuera -Aunque seas hombre, sigues siendo una perra- dijo Hanna a la cámara y tanto la luz como la música, se apagaron dejándonos sólo con la iluminación de la luna -Chicas, estuve tan cerca de Charles, que sentí su respiración- miramos sorprendidas a Spencer - ¿Hubo algo que pudieras reconocer en él? ¿Un aroma? – le preguntó Mona -No es Jenna- dijo Emily -No puedo... precisarlo, pero, algo me parecía familiar-

- ¿En la forma de moverse? – le pregunté y Spencer comenzó a caminar sin quitarle la vista de encima a la cámara -Es como cuando conoces a un amigo por correspondencia o a un primo o alguien que conociste cuando eras pequeña-

- ¿Dices que crees conocer a Charles un poco, pero dices que lo conoces bien? – preguntó Hanna -No puedo explicarlo, fue lo que sentí-

-Hará mucho frío esta noche- dijo Emily mientras se frotaba los brazos - ¿Dónde creen que estemos? – pregunté temerosa de saber la respuesta -No...no sabemos cuánto tiempo estuvimos inconscientes, así que...-

- ¡Podríamos estar en el Amazonas! – espetó Hanna interrumpiendo a Aria -Sé que es el hemisferio norte por la luna menguante- dijo Spencer señalando al cielo -Lo dije figurativamente- espetó Hanna - ¡Wow! Es una palabra de quince letras- dijo Mona y como si no estuviera bastante mal la situación, un relámpago cayó acompañado de un fuerte trueno causándonos un gran susto -Esta reja es como un pararrayos enorme- dijo Emily ayudando en nada a mis nervios - ¡¿Vas a dejarnos freír aquí?! – Hanna le preguntó a la cámara y la respuesta, fue otro relámpago.

A medida que la noche avanzó, una fuerte lluvia nos azotó, tratábamos, inútilmente, de protegernos con los vestidos, pero ni siquiera del frío nos cubrían. La mañana llegó y con ella el sol, permanecíamos tiradas en el suelo tratando de no pensar en el hambre o la sed que teníamos "Debí reservar un poco de lluvia" pensé mientras sentía mi boca pastosa.

Otra noche llegó y estábamos reunidas en círculo tratando de mantener el calor entre nosotras - ¿Cuánto puede vivir una persona sin comida? – preguntó Hanna -Tres semanas- respondió Mona con la voz ronca, yo sentía que, si habría mi boca, mi lengua se caería como polvo -Con el agua es diferente, algunos sólo viven siete días y medio- añadió Spencer -Sabes que estás muriendo cuando ya no sientes ni hambre ni sed, tus órganos se bloquean- dijo Mona -Los míos siguen trabajando. Tengo tanta sed que estoy considerando beber mi pipí- dijo Aria y Spencer rió -Yo me comería un cubo de hielo de pipí- dije -Yo lamería el sudor de un suspensorio- volteamos a ver asqueadas a Emily -Bien, Emily, tú ganas- dijo Hanna y Aria sollozó -No sé cuánto más resistiré esto-

-Puedes resistir Aria. Todas podemos- asentí, aunque ya había pasado varias veces por mi cabeza, ponerme de pie y caminar hacia la reja para morir tostada.

A la mañana siguiente, todas estábamos acostadas encima de todas, entonces escuché las puertas abrirse y me puse de pie de inmediato "Bounjour, guten morgen, buenos días. Por favor entren, y sigan las luces del pasillo" volteé aterrada a ver a las chicas -La verdad, tengo miedo de quedarme aquí, pero también me aterra volver a entrar- confesé "Por favor, entren y sigan las luces del pasillo" -Llevas más tiempo aquí Mona ¿Qué hacemos? – le preguntó Hanna -Tal vez éste fue nuestro escarmiento, tal vez ya no va a estar molesto-

-Vamos a estar juntas- dijo Emily -Siempre- añadió Spencer, sentí una mano tomarme del brazo y vi a Aria, así que hice lo mismo con Mona y caminamos lentamente al interior del bunker. Todo parecía tranquilo de momento, trataba de caminar derecho, pero estaba tan mareada que sentía que caminaba por todos lados, entonces, las luces se apagaron dejándonos completamente a oscuras - ¿Qué rayos? – murmuró Hanna y comenzaba a sentir los latidos de mi corazón acelerarse, entonces escuché un gran estruendo detrás de nosotras y como si un tanque de gas se estuviera fugando, al voltear, vimos a A detrás de nosotras y un humo que empezaba a llenar el pasillo. A se acercó a Mona y le colocó una máscara de gas en la cara mientras que nosotras nos asfixiábamos poco a poco.