T6-15-No molestar

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El ensayo terminó y comencé a guardar mis cosas, lista para regresar a Rosewood - ¿Segura que tienes que volver? – me preguntó Michelle haciendo un puchero e hice el mismo gesto -Te juro que no quisiera, pero sólo vine para no perder mi lugar, ella asintió -La gran presentación es en unas semanas, no te la puedes perder ¿Okay? –

-Para nada- me puse de pie para salir del teatro y escuché mi nombre, volteé y el director me estaba pidiendo que lo siguiera a su oficina, suspiré y caminé - ¿Qué sucede? – él suspiró y se sentó frente a su escritorio -Has estado muy bien, como siempre, no decepcionas, pero debes entender cuál es tu lugar-

-Lo sé, y lo siento, pero la investigación se está tornando molesta y la policía nos retiene en Rosewood- él suspiró -Bien, escucha, te voy a sugerir algo, renuncia- cuando dijo eso, sentí mi corazón partirse en pedazos -Piérdete esta temporada, arregla todo lo que tengas que arreglar y te prometo apartarte un lugar en la próxima temporada- suspiré profundamente -Piénsalo, te doy tres semanas antes de que yo tome la decisión por ti y es peor si yo te corro ¿De acuerdo? – asentí y me levanté para salir de la oficina, caminé hacia mi lugar en la sinfónica y me quede un buen rato apreciando el teatro "No podía perder mi sueño".

Después de despedirme de Luca, regresé a Rosewood, la noche cayó y añoraba llegar a casa, pero recibí un mensaje de Aria y me desvié al Radley -Por favor, dime que no tienes un selfie stick- dije burlona mientras Aria tomaba fotos desde su balcón a la habitación de Sara -La compañía me lo regaló. No me juzgues, estas cosas son útiles- Aria terminó de tomar las fotos y regresó el teléfono -A ver ¿Qué hay? - me acerqué a ella para ver las fotos -Parece que no hay nadie ahí- dijo y me miró cómplice -Aria, no me he metido en ningún lugar sin permiso desde la preparatoria y esas llaves cuestan como cien dólares reemplazarlas, no sé bien de qué crees que soy capaz, las cerraduras del hotel son electrónicas-

-Sí, pero creo que hay otra forma de entrar. Forzar la cerradura del balcón-

- ¿Qué? – dije incrédula y me acerqué a la orilla del balcón viendo la gran altura que había desde nuestra ubicación, hasta el suelo -Por Dios, no es en serio- Aria se encogió de hombros -Tienes las piernas largas-

- ¿Y qué? ¿Quieres que me aviente y vuele como un frisbee? –

- ¿Y qué más se te ocurre hacer? ¡Vamos! Equipo Moria, por los viejos tiempo. Tengo que conseguir ese palo de golf antes de que Sara incrimine a mi padre- rodé los ojos -Bien- comencé a subirme en la alta barda del balcón y cuando estuve de pie sobre ella, suspiré, sentía las mariposas revolotear en mi estómago, me tomé de la trabe y estiré mi pie hasta la otra barda, cuando tuve los dos pies del otro lado, di un brinco hacia el piso y agradecía tanto haberme puesto tenis -Sí, pensándolo bien ¿Puedes volver aquí y lanzarme como frisbee? – sonreí -Vamos, puedes hacerlo mejor-

-Lo sé, es sólo... Dame un segundo- Aria se quitó los tacones, encogiéndose como quince centímetros -Debí traer otros zapatos- masculló mientras me pasaba sus zapatos y los tomé, Aria se subió a la barda con más trabajo que yo, pero al final, pudo atravesar hasta llegar a mi lado.

Abrí la cerradura de la puerta del balcón y entramos a la habitación de Sara, la cual, estaba inusualmente limpia -Si no quiere servicio de limpieza, el lugar debería estar más desordenado- dijo Aria -Ni siquiera parece que haya dormido aquí- dije -Eso o aprendió a hacer la cama con los dientes... Morgan- Aria me llamó en un susurró y vio el guante que sobresalía de debajo de la cama - ¿Sabes qué? Am... Creo que fue muy mala idea, hay que salir de aquí-

-Sí, tienes razón, vámonos- cerré la puerta y con cuidado me agaché al piso para mirar debajo de la cama esperando sorprender a Sara, pero sólo era una mano de madera con un guante -Que miedo... Devuélvela, sabrá que estuvimos aquí-

-Culpará a la de limpieza-

- ¿Quieres que despidan a alguien? – apreté los labios y devolví la mano a donde estaba -Hay que encontrar el palo de golf- nos pusimos de pie y comenzamos a buscar por la habitación.

- ¿Sientes algo? – le pregunté mientras revisábamos debajo del pesado colchón -No ¿Dónde más escondería un palo de golf? – preguntó Aria y mi teléfono sonó -Voy a ver en el armario- dije y en ese momento mi teléfono sonó y respondí la llamada de Luca -Hola amor ¿Llegaste bien? –

-Sí, ah... ¿Te puedo marcar más tarde? Estoy algo ocupada-

-Claro, cuídate-

-Igual- colgué la llamada y caminé hacia la cómoda -Wow, podría vivir aquí, es más grande que mi apartamento- dijo Aria viendo el armario. Abrí uno de los cajones y me encontré con más manos de madera con guantes. Estaba a punto de cerrarlo, cuando noté uno de los guantes distintos a los demás, lo tomé y vi que adentro había unos papeles enrollados, los saqué y vi que eran planos del sanatorio Radley del piso dos, la que fue la habitación de Charlotte, estaba circulada en rojo, abajo, había otro plano en papel albanene, era del hotel con los números de los cuartos, los empalmé y descubrí que la habitación donde Sara se hospedaba, era el antiguo cuarto de Charlotte - ¡Aria! ¡Aria, tienes que ver esto! – ella no me respondió y fui hacia el armario - ¿Aria? – al entrar, no la vi a ella, pero sí escombro en el piso y un gran agujero en la pared que conducía a unas escaleras de mano recargadas en el muro de enfrente, me acerqué lentamente y asomé mi cabeza por el oscuro espacio entre muros, ni siquiera podía ver el final - ¿Aria? –

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Pretty little liars: Keep a secret (Jason Dilaurentis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora