Capítulo 9

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He estado pensando en ti, de manera constante, en las cosas que soñamos construir y nunca pudimos, aquello que perdimos en el intento de ser un nosotros, y el tiempo pasó y nos perdimos el uno al otro, en una forma de la que no hay regreso; creo que sabes más que nadie que no me ha sido fácil dejarte ir, algo muy mío aferrarme cuando no debo y soltar cuando todo lo que hay bajo mis pies es una caída dolorosa; a pesar de todos tus intentos por alejarme siempre encontré la forma de encontrar el camino de regreso.

Si ahora mismo me preguntaras si he dejado de amarte te diría que si, aunque mi corazón siempre amará lo que fuimos e incluso lo que nunca seremos, creo que desde el inicio estuve enamorada de lo que podíamos ser, y es en esto último en lo que no he podido dejar de pensar, la vida que pintamos con nuestros propios colores y simplemente se desvaneció en un gris tan oscuro que no pudimos ni siquiera volver a reconocernos.

¿Tú me sigues amando? Es lo que te preguntaría si me dieras la oportunidad.

Ese día, el último feliz en nuestras vidas, ese día que estuvo lleno de promesas debí aferrarme a ti, debí decir que no, que te quedaras, que nos olvidáramos del mundo entero y cumpliéramos nuestros sueños sin pedir permiso, impulsados con la creencia tonta de poder tenerlo todo... nos perdimos y ahora no tenemos nada.

A pesar del tiempo que ha pasado sigo igual, en una especie de bucle repitiendo acciones que no me satisfacen, y tú me obligas a ser sin ti lo que no logramos juntos, el problema es que yo no sé cómo ser feliz, nunca supe cómo enfocarme en dar un paseo por las nubes y ser la chica que al final del día alcanza lo que quiere, me ha sido mucho más fácil sabotearme a cada paso; mi experticia radica en crear cada pieza que compone mis errores, incluso he generado con el tiempo mi propia rutina, se exactamente el momento en que inició mi espiral en descenso, lo sé porque mi punto de partida siempre es pensar en ti, quizá solo sea una forma de justificar las cosas que hago.

¿Tú me usas como excusa para correr en la dirección opuesta? Claro que sí, es de las pocas cosas que no tengo dudas.

Y es que estoy tan enojada, tan frustrada de no poder responder como debería, de que alguien se sienta con el derecho de intervenir en mi vida y decirme cómo vivirla por el simple afán de mostrar quién está a cargo. Salí de la oficina de mi jefe buscando alguna razón para no dejarme envolver en el odio que sentía, y volví a recordar la forma en que rompimos las cosas empeorando la frustración que crecía en mi pecho, sofocándome y amenazando con dejarme llevar por la oscuridad que todos poseemos.

Volví a entrar, empujando todo a mi paso, lejos de la compostura y sensatez que me hace tan buena en mi trabajo.

—No soy un peón en esta empresa. No me hagas enojar porque vas a perderme —casi grité enojada.

—Creo que te he permitido creer por demasiado tiempo que eres indispensable. Jodes mis negocios y te vuelves lo que se me antoje que seas. Vas a hacer exactamente lo que te digo que hagas o no volverás a trabajar en el medio, tienes mi palabra.

Salí sabiendo que había perdido, y el problema de dejar que las emociones me denominen era que se volvía en una tormenta imparable, un espiral en descenso que me había llevado a cometer cada uno de mis errores y yo seguía sin saber manejar.

No fui capaz de comer más que unos cuantos bocados, perdida en mis propios pensamientos, ni siquiera sé lo que David intentaba conversar conmigo, él estaba seguro que solo había sido una reunión improductiva porque fue lo que le dije. A veces era más fácil mentir para no tener que dar explicaciones.

Subimos a la habitación y nos fuimos a la cama sin lograr establecer una conversación coherente, di vueltas en la cama por un tiempo hasta que decidí levantarme y ver algo de televisión, pero el ruido solo sirvió para acompañarme mientras mi mente hilaba cada pensamiento equivocado, después de todo no soy tonta, sé reconocer mis propios errores, y sabía muy bien que tomar mi celular y llamar a Daniel era un error.

Control de DañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora